La organización de bienestar animal Cruelty Free International está expandiendo su esquema piloto dedicado a ayudar a las firmas de belleza certificadas libres de crueldad animal a superar los obstáculos regulatorios que les impide importar sus productos en China sin realizar antes pruebas en animales. Después de haber evaluado cuidadosamente el nuevo contexto regulatorio, Cruelty Free International tomó la decisión de entregar productos en China de empresas que participan en el citado programa fuera de la región de Shanghai.

La marca Cruelty Free International y la firma australiana de aromaterapia, cuidado natural de la piel y bienestar, Subtle Energies, han anunciado la evolución exitosa del proyecto piloto Leaping Bunny llevado a cabo por la organización de bienestar animal con sede en Shanghai, el cual establece una ruta de comercialización de marcas internacionales certificadas libres de crueldad ahora ya en toda China.

Fue en concreto en 2018 cuando Cruelty Free International lanzó su Programa Piloto Leaping Bunny China, que ayuda a las marcas aprobadas por Jump Bunny a ingresar al mercado chino sin tener que realizar pruebas en animales.

Objetivo primordial Leaping Bunny China, evitar por encima de todo las pruebas con animales

Antes de entrar en esta nueva fase de su viaje por China, Cruelty Free International trabajó en estrecha colaboración con los asesores reguladores Knudsen & CRC con sede en Shanghai para revisar detenidamente los recientes cambios regulatorios anunciados por las autoridades chinas, en particular el posible fin de las pruebas obligatorias en animales para los cosméticos 'ordinarios' importados (también denominada 'cosmética general').

"Nuestro programa piloto nos permitió asegurarnos de que la experiencia estaba disponible para facilitar que las empresas permanecieran libres de las pruebas en animales previas a la comercialización de sus productos y encontrar de forma experta una manera de cumplir con todos los demás requisitos. Para gestionar el complejo problema de las pruebas posteriores a la comercialización, las pruebas que podrían realizarse en un producto después de que llegue a los estantes, trabajamos en estrecha colaboración con Oriental Beauty Valley y el distrito de Fengxian, Shanghai, para asegurarnos de que esto no suceda", han explicado los responsables del proyecto.

Algunas marcas han renunciado a sus perspectivas con respecto al mercado chino para no verse obligadas a probar sus productos en animales. Sin embargo, la situación podría cambiar.

Todas las marcas internacionales integradas en Leaping Bunny que deseen vender en China utilizando esta ruta para la totalidad del país asiático deben:

  • Acordar planes con Cruelty Free International.
  • Fabricar los productos en instalaciones aprobadas dentro de China.
  • Mantener un contacto continuo con sus distribuidores y minoristas para controlar los riesgos de las pruebas con animales.
  • Utilizar únicamente ingredientes que ya figuran en la lista de cosméticos e ingredientes para el cuidado personal aprobados en China (en otros casos, las autoridades chinas exigirán las pruebas en animales).
  • No incluir cosméticos de uso especial en su oferta de venta (ya que para estos productos se requieren pruebas en animales).

Cambios regulatorios anunciados a nivel global en cosmética

Como un número creciente de países a nivel mundial, el último Colombia, están prohibiendo la experimentación en animales con fines cosméticos, a raíz de la iniciativa de la UE en 2013, las normas de China que exigen que todos los 'cosméticos especiales' y los 'cosméticos generales' importados (fabricados localmente los cosméticos están exentos bajo ciertas condiciones), el hecho ha sido durante mucho tiempo un impedimento importante para el comercio.

De hecho, algunas marcas han renunciado a sus perspectivas con respecto al mercado chino para no verse obligadas a probar sus productos en animales. Sin embargo, la situación podría cambiar.

Tras la publicación el 29 de junio de 2020 del tan esperado Reglamento de Supervisión y Administración de Cosméticos (CSAR), que sustituirá al Reglamento de Supervisión de Higiene de los Cosméticos, que vio la luz por primera vez en 1989, se espera que los 'cosméticos ordinarios' importados ya no tengan que ser probado en animales. Aunque se espera por parte del CSAR, una aclaración formal y oficial al respecto en los próximos meses.

"Pese a que se prevé que las regulaciones seguirán para especificar que los cosméticos importados de uso no especial ya no requerirían pruebas en animales como parte de su evaluación de seguridad si se cumplen otros requisitos especificados, hasta que se publique y los detalles se aclaren, las marcas de Leaping Bunny siguen sin poder exportar a China continental", destaca Cruelty Free International.

En el caso de los llamados 'cosméticos especiales', la situación legal es aún peor, ya que todavía no se espera ninguna exención de la experimentación con animales.









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