Transformar las aguas residuales urbanas y la fracción orgánica de las basuras en cosméticos y otros productos es el fin del Programa Horizonte 2020, al que se acaba de unir el Instituto de Procesos Sostenibles de la Universidad de Valladolid (UVa).

Se trata de un ambicioso y gran proyecto europeo financiado por la iniciativa Bio-Based industries Joint Undertaking (BBI JU), liderado por la empresa española FCC Aqualia.

Este tipo de desechos se recoge en los contenedores marrones, en la clasificación de productos que tienen valor. La Universidad de Valladolid, en concreto, tendrá un papel fundamental en el proyecto, ya que se encargará de producir la ectoína, proteína natural que producen algunas bacterias y que es utilizada en la industria cosmética como base para muchos productos como cremas faciales o solares.

De hecho, y en principio, la ectoína que produzcan a partir del biogás obtenido de estas aguas residuales y basura orgánica será utilizada por otra de las empresas involucradas en el proyecto para elaborar sus productos cosméticos.

Además, y para llevar a cabo el proyecto, el Instituto de Procesos Sostenibles recibirá un presupuesto de 590.425 euros para construir dos biorreactores que permitan transformar el biogás en ectoína y que se instalarán en Toledo y en la República Checa.

En este gran proyecto, bautizado como Deep Purple, se producirán otros productos gracias a esta transformación, como nanofibras de celulosa (materiales de construcción) que sustituirán a los actuales materiales de celulosa con propiedades mejoradas. También se obtendrán biopolímeros que sustituyan a los plásticos derivados del petróleo y biodegradables.

Por último, están los biofertilizantes, para cuya producción se utilizarán unas bacterias fotosintéticas púrpuras.

Nace la primera FotoBiorefinería

Los residuos biológicos urbanos que serán transformados incluyen corrientes de residuos mixtos, la fracción orgánica de los residuos sólidos municipales, las aguas residuales y los lodos de depuradora.

Su transformación inicial se hará bajo un nuevo y revolucionario concepto basado en el desarrollo de una "multiplataforma de emplazamiento único", a través de biomasa, celulosa y biogás, que permitirá reemplazar las actuales prácticas contaminantes por nuevos conceptos de valor añadido.

La valorización de los residuos orgánicos será posible gracias a una combinación innovadora de tecnologías de recuperación y soluciones novedosas que representan la primera FotoBiorefinería basada en bacterias púrpuras fotosintéticas: Purple Photrophic Bacteria (PPB) PhotoBiorefinery.

El uso de estas bacterias púrpuras PPB, identificadas como uno de los grupos microbianos con el metabolismo más versátil, garantiza la adaptación a flujos de residuos fluctuantes y diluidos, lo que permitirá mantener una cadena de producción estable y rentable. Además, ésta será la primera PPB PhotoBiorefinery de la Unión Europea y, a su vez, la más grande del mundo.









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