En 1978, el Dr. Michel Tordjman, reconocido especialista francés en medicina estética y biología celular, investigó, junto a un equipo de expertos, las células madre de la piel adulta con terapias combinadas: relleno y mesoterapia inyectable y peelings glicólicos, para desarrollar una terapia global basada en las técnicas de medicina estética-antiedad.

Nuestra mejor carta de presentación y en la que más nos fijamos, es la cara. Sin embargo, el paso de los años en infinidad de ocasiones nos pone trabas para lucir nuestro rostro tal y como nos gustaría. Por eso, cuidarlo con esmero y tratarlo con la mayor de las exquisiteces es primordial.

La cosmesoterapia aporta vitaminas, minerales y aminoácidos que combaten los signos del envejecimiento, aunque sin inyecciones. Además, ciertos productos contienen un complejo revitalizante que está compuesto de ácido hialurónico, de alto peso molecular y capaz de hidratar y regenerar los tejidos.

La aguja de la mesoterapia consigue introducir en la piel mayor cantidad de principios activos, pero con la cosmesoterapia se evitan efectos secundarios como hematomas o reacciones adversas, que surgen algunas veces.

La clave de este tratamiento reside en que estos principios activos están encapsulados en liposomas de un tamaño muy pequeño, 0'1 micras, que es muy inferior al de otras cremas cosméticas, por lo que consigue sin problemas atravesar la piel y situarse en la base de la dermis tal y como lo hará una inyección, aunque en menor cantidad. Por ello, la cosmesoterapia es perfecta para aquellos que no buscan un rejuvenecimiento facial severo. Para comenzar a comprobar los resultados hay que esperar a los primeros veintiún días de uso regular del producto, el lapso de tiempo que comprende el ciclo celular.

Aunque su uso se recomienda en función de las necesidades de cada persona, es adecuado aplicar algunas de sus cremas de uso diario cumplidos los treinta años como acción preventiva, ya que pasados los veinte, la piel comienza a producir ácido hialurónico en menor medida. Estos poseen el doble de concentración de activos que las cremas y pueden actuar como complemento o por sí mismos, rellenando las arrugas, reafirmando los tejidos y ayudando a la renovación celular.


Usos médicos de la mesoterapia

Las inyecciones de la mesoterapia también tienen entre sus prácticos usos el tratamiento del dolor. El propio Rafael Nadal, número uno del tenis mundial, se sometió el año pasado a microinyecciones en su hombro izquierdo para poder jugar varios partidos. En este caso, la mesoterapia se aplica para suministrar medicamentos tradicionales o de homeopática. Por el momento, los avances no permiten que las cremas de la cosmesoterapia sustituyan a la aguja en este tipo de tratamientos.

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