Dora Sánchez
Presidenta de I.T.C.E. y fundadora
de Lamdors Global System.

La cosmecéutica se define como un concepto diferenciado de la cosmética general, que se identifica por su alta capacidad bioquímica sobre el tejido. Por lo tanto, la primera característica de la cosmecéutica viene definida por el tipo de principio activo que contiene y su concentración. Cada principio activo tiene un umbral de concentración en la fórmula final, por encima del cual se obtienen resultados verdaderamente efectivos, mientras que por debajo del mismo no se consigue ningún efecto.

Del mismo modo, se deben respetar unos límites máximos a partir de los cuales algunos activos podrían ser perjudiciales. De esta primera característica se deduce una segunda peculiaridad que consideramos fundamental: la cosmecéutica debe estar prescrita por personal cualificado, dada la responsabilidad profesional que conlleva, mediante protocolos correctos. A diferencia de la cosmética, la cosmecéutica tiene un tiempo delimitado en su uso y aplicación. La prescripción debe incluir una fecha de comienzo y de fin del tratamiento, además de un correcto seguimiento de la evolución deseada.

La cosmecéutica y la esteticista

Los tratamientos cosmecéuticos cuentan con una sinergia cuidadosamente creada para correlacionar las reacciones que se producen. Una piel tratada con ácido glicólico o retinol con un pH adecuado para remover el cemento celular puede sufrir fotosensibilizaciones u otros deterioros que obligan a complementar el tratamiento con fórmulas que controlen estos riesgos.

En este aspecto actúa la especialista cosmecéutica, que es la encargada de realizar el seguimiento del tratamiento y anotar su proceso. El entrenamiento para la profesional de la estética es sumamente sencillo, ya que la esteticista está muy experimentada en el trato y el cuidado de la piel, lo que la convierte en una experta para el manejo de la cosmecéutica.

En Europa, las profesionales de la estética están muy bien formadas, hecho que facilita su adaptación a cualquier tipo de tratamiento. No obstante, cada tratamiento lleva implícito un protocolo, una documentación técnica y unos trainings formativos concretos que permiten su total dominio de forma inmediata.

Aplicaciones de la cosmecéutica

La cosmecéutica debe ser prescrita y aplicada por personal cualificado a partir de protocolos de trabajo desarrollados y respaldados con una gran experiencia y conocimiento en el tratamiento del tejido cutáneo. Se puede aplicar cuando queremos un tratamiento más reactivo y profundo, siendo también muy recomendado en la preparación de la piel para un tratamiento de cirugía estética o de retoques médico-estéticos. La cosmecéutica se aplica en rejuvenecimientos faciales e inestetismos corporales. Mediante una buena preparación cutánea es posible solucionar muchos de los problemas que se encuentran los médicos plásticos, cosméticos o estéticos. Esto ofrece a las terapeutas cosméticas y cosmecéuticas un nuevo ámbito de trabajo muy interesante.

Cada tratamiento lleva implícito un protocolo, una documentación técnica y unos 'trainings' formativos concretos que permiten su total dominio de forma inmediata.

Cuando un paciente-cliente pide un arreglo rejuvenecedor médico-estético presentando una piel con disfunciones y alteraciones cutáneas, éstas pueden empobrecer el resultado final del tratamiento médico. Mediante las terapias cosméticas y cosmecéuticas pre y post intervenciones médicas podemos evitar determinados problemas, como hiper o hipopigmentación, edemas, ralentización de la eliminación de los hematomas, la falta de elasticidad, la carencia del tono vital de la piel y la mala cicatrización, entre otras posibles complicaciones.

La nueva esteticista especializada en terapias cosméticas y cosmecéuticas se encargará de mantener la piel de sus clientes en un estado óptimo decalidad favoreciendo una mejor aceptación y evolución de las posibles intervenciones médico-estéticas y quirúrgicas que puedan realizarse.









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