El cuidado corporal requiere constancia y rutina, tanto nutricional como de entrenamiento, pero no todas las mujeres tienen la posibilidad de realizar el ejercicio que les gustaría o alimentarse como deberían. O simplemente no quieren hacerlo. Por eso, Daniel Marín, cosmetólogo y director del Centro de Belleza Santum, propone el tratamiento corporal Slim Shock. Consigue una remodelación real de la silueta y una disminución de la "piel de naranja" en zonas conflictivas como muslos, glúteos, abdomen, caderas y rodillas.

Dos técnicas para una acción

El éxito de Slim Shock se basa en la combinación de la técnica microneedling (un dispositivo que abre microcanales para que los activos empleados lleguen a su diana de acción) y las vendas mesodérmicas, una terapia térmica acelerada mediante un sistema de vendaje especial que aporta al tejido principios activos lipolíticos y fibrolíticos.

La combinación de estas dos técnicas acelera el metabolismo, aumenta la combustión de grasas, remodela los contornos y consigue eliminar la celulitis y la retención hídrica.

Protocolo

  1. En primer lugar realizan un masaje de movilización a través de un cepillado corporal iónico (Body Brushing) que estimula el sistema sanguíneo y el aporte de oxígeno, estimulando la piel y rompiendo los depósitos tóxicos de los tejidos.
  2. A continuación se aplican activos y se procede con la técnica microneedling por todas las zonas a tratar.
  3. Para terminar, aplican las vendas mesodérmicas.

Los resultados son visibles desde la primera sesión, aunque se requieren de 5 a 10 sesiones para consolidar los resultados.









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