Itene lleva a cabo estas investigaciones en el marco del proyecto ReciPOL, financiado por el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE) con fondos Feder y que se ejecuta entre junio de 2023 y junio de 2024. El objetivo es lograr la descontaminación de residuos de envases de poliolefinas que actualmente se destinan a vertedero, incineración o al reciclado para con unos requisitos de calidad menores para impulsar su utilización en aplicaciones de mayor valor.

"Aunque, actualmente existen tecnologías desarrolladas a nivel industrial para procesos de pretratamiento de residuos, en la mayor parte de los casos, su capacidad de descontaminación es limitada", dice Félix González.

El responsable del proyecto en Itene, Félix González, ha explicado que “el reciclado de poliolefinas en aplicaciones de alto valor supone una mayor complejidad que el de otro tipo de plásticos dado que presentan una estructura polimérica más complicada de descontaminar”. ”Aunque, actualmente existen tecnologías desarrolladas a nivel industrial para procesos de pretratamiento de residuos, en la mayor parte de los casos, su capacidad de descontaminación es limitada”, ha detallado el investigador.

Por ello, ha señalado que, en el proyecto ReciPOL “se trabajará en procesos de pretratamiento y descontaminación que permitan la transformación de los materiales reciclados en productos de alto valor que puedan ser utilizados en envases de sectores como la cosmética y la detergencia”. Para ello, se realizará un análisis de contaminantes de poliolefinas postconsumo y se optimizará una metodología de contaminación controlada “Challenge test” para verificar la efectividad de los procesos desarrollados en el proyecto.

Procesos de pretratamiento y descontaminación de poliolefinas

Una vez los procesos de contaminación controlada están optimizados, se definirán y mejorarán procesos de pretratamiento para poliolefinas posconsumo con el objetivo de eliminar la contaminación física y parte química del residuo a valorizar. Con el residuo pretratado se desarrollarán rutas de descontaminación que serán validadas y optimizadas. Este residuo se trata de muestras reales que provienen de empresas del sector de gestión de residuos y recicladores que colaboran en el proyecto.

La ruta definida y optimizada de descontaminación se diseñará y se construirá un equipo piloto completo de descontaminación. Asimismo, se validarán y optimizarán los procesos de descontaminación de residuos posconsumo a escala industrial con las empresas colaboradoras del proyecto.

Las escamas descontaminadas serán procesadas con el objetivo de mejorar la extracción de los posibles contaminantes que pudieran quedar remanentes y se realizarán las modificaciones necesarias en el proceso de extrusión.

Finalmente, las escamas descontaminadas serán procesadas con el objetivo de mejorar la extracción de los posibles contaminantes que pudieran quedar remanentes y se realizarán las modificaciones necesarias en el proceso de extrusión. También se determinarán los rangos de aditivación óptimos para la mejora de la procesabilidad y propiedades finales de los materiales descontaminados.

Como resultado, se obtendrán diferentes envases con las poliolefinas descontaminadas. Los prototipos finales esperados serán dos tipos de envases procesados, a través de extrusión soplado una botella y a través de extrusión de lámina plana una bandeja, para el envasado de productos de detergencia y cosméticos. Además, estos prototipos se desarrollarán en entornos industriales gracias a la colaboración de empresas transformadoras de envases.

De este modo, se busca dar respuesta a la necesidad de disponer de mayor cantidad y calidad de material reciclado en el sector del packaging para cumplir con el Real Decreto de Envases y Residuos de Envases, que establece que se deben aumentar las tasas de reciclado de envases hasta el 65% en 2025 (50% para plástico) y 70% en 2030 (55% para plástico). Además, la entrada en vigor del conocido como “impuesto al plástico” e incluido en la Ley de Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular, que grava con 0,45 euros/kilogramo el contenido de plástico no reciclado en envases no reutilizables para potenciar el consumo de plásticos reciclados, supone un aumento de la demanda de material recuperado. Además, el proyecto está alineado con el cumplimiento del Reglamento 1616/2022 de material reciclado en contacto con alimentos, como punto de partida para el desarrollo de nuevas tecnologías de descontaminación.









Recomendamos