A la búsqueda de la equidad en todos sus aspectos y vertientes posibles, el 8 de marzo tiene lugar el Día Internacional de la Mujer, que viene celebrándose como tal desde finales del siglo XVIII. Aquélla fue una época convulsa para el sexo femenino. La revolución industrial colocó a la mujer en el punto de mira. Ésta reivindicaba sus derechos, aunque su lucha se ha visto sometida, desde entonces y hasta ahora, a la tiranía de determinadas ideologías.

Hoy, en el Día Internacional de la Mujer, reconocido como tal a nivel mundial por las Naciones Unidas con el objetivo fundamental de alcanzar la igualdad de género, sabemos que todavía queda mucho que hacer.

La belleza es un sector formado y sostenido en su mayoría por mujeres y en el que, sin embargo, son los hombres los peluqueros famosos, los directivos de las grandes multinacionales de cosméticos y los cirujanos reconocidos.

Así lo demuestra la huelga convocada por el movimiento feminista en nuestro país. Un paro de 24 horas por la igualdad de género, al que se sumarán distintas manifestaciones y movilizaciones, ya que incluye la huelga de los cuidados y del consumo. Su lema, si nosotras paramos, se para el mundo. Centrándonos en el área que nos ocupa, la de la belleza, nunca mejor lema para tal ocasión. Un sector formado y sostenido mayoritariamente por mujeres y en el que, sin embargo, son los hombres los peluqueros famosos, los cirujanos reconocidos o los directivos de las grandes multinacionales de cosméticos.

Según las últimas cifras publicadas por el Instituto Nacional de Estadística, el porcentaje de mujeres graduadas es superior al de los hombres, porcentaje que crece incluso paulatinamente. Un 53,1% de mujeres frente al 46,9% de los hombres. Y sin embargo, son los hombres quienes ocupan más de la mitad de los puestos de dirección, las mujeres sólo lo hacen en un 37%. Además, es el sexo femenino quien sigue realizando la mayor parte del trabajo no remunerado, padeciendo precariedad laboral. El 73% sufre parcialidad no deseada. A lo que se ha de sumar la brecha salarial, que se sitúa entre un 14% y un 30% según las fuentes consultadas.

En definitiva, no se trata de feminismo, sino de machismo. La huelga de este día 8, día de la mujer, pone al descubierto las carencias de las sociedades llamadas desarrolladas en las que aún se da el estigma de la violencia machista, cuyos frutos más alarmantes son el maltrato y los asesinatos lejos aún de pasar a formar parte sólo de los anales de la historia.









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