Stanpa responde a la OCU y defiende a las firmas cosméticas
Un estudio publicado por la OCU poniendo en duda la eficacia de las cremas antiarrugas de consumo ha levantado ampollas en el sector
-
Una evolución con un amplio futuro
-
Pterostilbeno, un activo natural que convence a la ciencia antiedad
Un nuevo estudio clínico revela que el pterostilbeno ofrece una eficacia antiedad superior incluso a las fórmulas de control
-
Luz Pulsada Intensa: ciencia, estética y la nueva era del rejuvenecimiento facial
Aunque muchas personas asocian la IPL con la eliminación del vello, su potencial va mucho más lejos. La nueva ola de dispositivos IPL integra innovaciones para hacer las sesiones más rápidas, seguras y cómodas
-
Una navidad de alta costura: los nuevos cofres de Bruno Vassari
Bruno Vassari celebra la temporada con cofres de edición limitada que elevan el arte de regalar con estilo y sofisticación
-
CONCURSO BEAUTY MARKET ESTÉTICA
Beauty Market y mesoestetic® regalan 6 packs de productos mesoprotech®, protección solar de amplio espectro y máxima eficacia
Tecnologías avanzadas y nuevos formatos que facilitan la aplicación y maximizan la eficacia de sus productos
Recientemente, un estudio realizado y publicado por la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) sobre las cremas antiarrugas de consumo ha generado algunas polémicas. Según los datos publicados por la organización, en el estudio se analizaron 14 cremas antiarrugas con la colaboración de 995 mujeres, asegurando que muchas cremas no cumplían lo que prometían, que no contaban con la suficiente concentración de los activos que anunciaban para ser eficaces, y que la crema mejor valorada fue al final la más barata.
Vista la situación, Stanpa, como representante institucional del sector, ha querido defender la eficacia de estos productos cosméticos, así como todo el proceso de investigación y elaboración que hay detrás de cada uno de ellos, asegurando al consumidor que los productos deben pasar exhaustivas evaluaciones antes de llegar al mercado para demostrar que cumplen con lo que publicitan.
En primer lugar, Stanpa pone en duda la metodología utilizada en el estudio, que no está bien definida y resulta poco transparente. Se estudian a la vez cremas con distintos objetivos, y que por lo tanto no son comparables, en un laboratorio del que no se dan datos, y se le da poca importancia a la opinión subjetiva de las mujeres encuestadas, que resulto ser en su mayoría positiva.
Asimismo, Stanpa quiere recordar que el precio de un producto cosmético no es una medida de su eficacia, si no que depende de muchos factores, como el nivel de investigación que hay detrás, la innovación de los activos, la pureza de los ingredientes, y el trabajo de toda la gente implicada en su producción.
Recomendamos














