Pedicura con sake, el secreto de las geishas
Inspirado en un antiguo ritual japonés, este tratamiento deja la piel hidratada, brillante y libre de manchas
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El sake es un licor japonés que se obtiene de la fermentación del arroz y que durante siglos ha formado parte de los rituales de belleza de las geishas, el modelo de belleza supremo del país nipón. La bebida es una importante fuente de ácido kójico, un importante despigmentante, y también contiene una elevada concentración de vitaminas, minerales y aminoácidos, lo que mantiene la piel hidratada y radiante.
Otro ingrediente esencial del sake es la pitera, un principio activo con ácidos orgánicos y células similares a las del crecimiento cutáneo, cuya aplicación sobre la piel ayuda a su regeneración y renovación celular, aumentando la producción de colágeno y manteniendo la elasticidad para una piel eternamente joven.
La pedicura con sake es un tratamiento para pies y piernas que proporciona un estado de relax y reequilibrio psicofísico, además de eliminar toxinas y tonificar vasos sanguíneos y tejidos musculares fatigados para aumentar la vitalidad.
Los pasos a seguir son los siguientes:
Baño con sake. Tras limpiar y retirar el esmalte de los pies, se sumergen los pies en un baño preparado con sal de Epsom y un preparado de sake. La combinación de la pitera del sake con las sales ejerce un efecto aniinflamatorio, antioxidante y calmante. Las geishas además solían acompañar sus baños de sake con melocotones frescos para un mejor aroma.
Exfoliación con aceites esenciales y cítricos. Con la ayuda de un exfoliante de azúcar moreno natural y aceites esenciales realizamos un peeling hasta la rodilla, dejando la piel hidratada, nutrida y revitalizada. Los aceites cítricos, por su parte, tonifican la piel y le aportan un aroma único. Tras un masaje enérgico enjuagamos bien toda la zona.
Baño con manteca de karité y aceites esenciales. Volvemos a sumergir pies y piernas en un baño preparado con un gel a base de manteca de karité, azúcar moreno natural y aceites esenciales, para revitalizar la zona. Después secamos a conciencia.
Masaje con pindas. Trabajando de nuevo de rodilla a tobillo, realizamos un masaje con pindas, bolsas de tela de algodón ecológico que en su interior guardan arroz, hierbas aromáticas y plantas medicinales. De esta manera trabajamos los puntos clave para relajar los músculos mientras aportamos hidratación y un efecto desintoxicante y antiestrés a la piel.
Crema de alta hidratación. Para mantener la piel suave más tiempo, aplicamos en toda la zona tratada una crema superhidratante, enriquecida con los mismo elementos que hemos estado usando en el resto del tratamiento: aceites esenciales naturales, azúcar moreno, manteca de karité y vitaminas C y E.
Pedicura. Terminamos con el proceso normal de pedicura: limamos y cortamos las uñas, eliminamos durezas y esmaltamos al gusto del cliente.
Duración del tratamiento: 1 hora.
Fuente: Centro Escape Madrid.
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