"La moda no existe solo en los
vestidos. Está en la calle, tiene que
ver con las ideas, la forma en que
vivimos y lo que está sucediendo".
Coco Chanel, diseñadora de
alta costura (1883-1971).

Desde las pasarelas y las redes sociales a los books de moda. Mientras algunos piensan que los colores Candy son la revelación de la temporada, cabe recordar que esta coloración de fantasía nació en los años 70 con el movimiento punk de la mano de la diseñadora Vivienne Westwood. A finales de la década de los 90, esta tendencia volvió a acaparar portadas en su versión más flúor. Sin embargo, ahora regresa con fuerza y pone de moda colores, mechas y reflejos casi imposibles. Mientras algunos optan por el formato más pastel, que recuerda a un algodón de azúcar de nuestra infancia, otros por el más llamativo. La cuestión es si, más allá de la tendencia, los profesionales están preparados para ofrecer un servicio técnico de este tipo. Y, sobre todo, si éste les resulta rentable.

Por su parte, los fabricantes han visto un filón en esta tendencia y no han dudado en crear colecciones de colores Candy, la mayoría acompañadas de una base neutra que permite crear nuevos tonos pastel, prácticamente personalizados. En este sentido, empresas de belleza que venden al salón, han invertido I+D+i, personal y recursos económicos en el desarrollo de estas colecciones, acordes con lo que los gurús de la moda aseguran que "se lleva". Un concepto muy subjetivo, ya que cada uno tiene su opinión al respecto que no necesariamente coincide con los gustos de la calle.

En un mundo cada vez más global, donde las tendencias se difunden en cuestión de segundos a cualquier punto del planeta, debemos estar informados sobre aquellas modas que más likes reciben. Sin embargo, buena parte de estas tendencias tan revolucionarias tienen un público muy definido y no necesariamente llegan al salón, o con la fuerza que la mayoría espera.

En conclusión, moda y peluquería trabajan codo con codo y se retroalimentan. Permanecer al margen de esta realidad puede hacer perder clientes y cuota de mercado. Además, no olvidemos que cualquier lanzamiento y/o técnica novedosa dinamiza el mercado y beneficia a peluqueros, estilistas y usuarios. No obstante, contar con los mejores productos y el equipo más formado contribuirá a que esa técnica se convierta en un servicio de éxito. De nuevo, y sobre la marcha, comprobaremos si esa tendencia realmente compensa o no. Una vez más, el día a día en el salón nos marcará las líneas a seguir.

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