Cuando una pareja toma la decisión de casarse, hay que empezar a pensar en todos y cada uno de los detalles que formarán parte de ese día tan especial. Aparte de decidir dónde y cuándo celebrarlo, pasando por el vestido, las flores, el menú o la lista de invitados, es muy importante la elección del peinado de la novia.

A menudo, la novia tiende a dejar la decisión del peinado para el final, pero conseguir que un pelo luzca en su máximo esplendor no es cosa para hacer el mismo día de la boda. Cuando queden 3 ó 4 meses antes del día D, el peluquero de confianza ha de hacer un buen diagnóstico de cabello y cuero cabelludo, y decidir los pasos que deberás seguir. Los nervios siempre juegan malas pasadas y por desgracia se reflejan, y mucho, a nivel externo: caída, descamación, pelo más debilitado de lo común, pérdida de brillo... Con este diagnóstico evitaremos que todos estos factores pillen desprevenida la salud capilar de la novia.

Una vez realizado el diagnostico, es importante saber como será el vestido, qué es lo que más le gusta a la novia y lo que quiere conseguir con su pelo. Vistas las necesidades y las expectativas, el peluquero debe dar las pautas del tratamiento que más convenga para empezar en el salón y que deberá seguirse en casa.
Según el diagnóstico, en mumona.com, junto a muchos peluqueros profesionales de todo el mundo, recomiendan los tratamientos de la marca KIN Cosmetics que, más allá de la calidad Premium de todos sus productos, tienen un precio inmejorable por los resultados que logran en el cabello.

Una vez realizado el diagnóstico, es importante saber como será el vestido, qué es lo que más le gusta a la novia y lo que quiere conseguir con su pelo. Vistas las necesidades y las expectativas, el peluquero debe dar las pautas del tratamiento que más convenga.

Cuando el pelo está a punto, empieza una parte muy bonita: la prueba de peinado. Según las formas fisionómicas del rostro, se acordará el peinado para el gran día. Este paso es mejor hacerlo pocos días antes de la boda, 15 días como máximo. Aunque la novia nunca haya llevado color en el pelo, no está de más realzar el brillo y el tono natural, haciendo una coloración sin amoníaco o un baño de color la semana antes de la boda. Lo mismo si lleva el pelo teñido, haciendo el color con unos días de antelación para que no se vea demasiado artificial.

Con el pelo bien preparado y todo atado, el día D la novia debe acudir a la peluquería a la hora convenida o que tu peluquero se desplace donde ella se encuentre para crear el que será el peinado definitivo. Ese día es mejor tomarse una infusión, relajarse y solo preocuparse de disfrutar al máximo.

Peluquería: Xevi Jubany para KIN Cosmetics.
Tocado: Jordi Dalmau para mumona.com.









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