Perfumar el cabello no es algo revolucionario, sino más bien un ritual heredado de generaciones anteriores. Las principales marcas de belleza, en busca de nuevas necesidades a cubrir, se han apropiado de esta costumbre muy popular años atrás.

El fenómeno comenzó en Estados Unidos, un país conocido por su obsesión por la hiiene. Las adolescentes se mostraban encantadas con las aguas capilares que compraban en los drugstores o en tiendas Victoria Secret's. Aguas capilares ligeras, a menudo con fragancias afrutadas y deliciosas, a precios más asequibles que las clásicas eau de toilette y disponibles en formatos cómodos para los millennials, en opinión de Pascale Brousse, directora de la agencia de investigación Trendsourcing.

El secreto del éxito de estas aguas capilares

Dos factores han contribuido al éxito de esta cosmética híbrida, también entre la población asiática. En primer lugar, su textura en bruma; en segundo lugar, su fragancia ligera, algo crucial en una cultura donde resulta fundamental no incomodar a los demás.

Sensación de “limpio”

La tendencia de las aguas capilares ha llegado a Francia, potenciada por los millennials. En la actualidad, las jóvenes francesas suelen llevar el cabello más largo que años atrás. El 74% de las mujeres del país galo, entre 15 y 34 años, lucen una cabellera 10 centímetros más larga durante los últimos 10 años, según un estudio de L’Oréal París.

Las aguas capilares han sido formuladas para perfumar e hidratar, al mismo tiempo, gracias a sus aceites, aguas florales, keratina.

Algunos peluqueros parisinos consultados aseguran que a sus clientas les gusta salir del salón con la cabellera perfumada. También recalcan que los perfumes clásicos contienen demasiado alcohol que reseca la fibra capilar y ataca el cuero cabelludo, especialmente durante la sobreexposición solar del verano. Las aguas capilares han sido formuladas para perfumar e hidratar, al mismo tiempo, gracias a sus aceites, aguas florales, keratina, etc. Algunas también sirven para como productos de acabado, ya que incluyen activos que facilitan el peinado e incluso aportan luminosidad. Firmas como Aveda, Chanel, Tom Ford, Frédéric Malle, por ejemplo, ya han lanzado sus propias aguas capilares, proporcionando esa sensación de frescor, limpieza y cuidado tan veraniega.









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