A menudo tus clientes cometen determinados errores en el lavado del pelo que solo consiguen un cabello graso, apelmazado y apagado. Blow Dry Bar, un nuevo concepto neoyorquino de salón de belleza, vanguardista, orgánico y ecofriendly, nos descubre algunos tips para lucir una melena limpia y saludable, sacándole el mayor partido posible a la rutina de lavado. Tu mejor consejo profesional:

1.- Cuándo. Lavarse todos los días el pelo no es malo. Todo depende de si utilizamos o no los productos adecuados para cada pelo. Existen gran cantidad de cabellos y no todos necesitan ser lavados con la misma frecuencia y la misma intensidad.

Hay que evitar que el agua esté demasiado fría o demasiado caliente; lo ideal es que esté tibia y acabar el aclarado con el agua lo menos caliente posible para favorecer el cierre de las cutículas.

2.- Cepillar antes de lavar. Es imprescindible preparar el cabello antes de lavarlo; así, evitaremos los temidos enredos y además facilitaremos la aplicación del producto.

3.- La temperatura del agua. Hay que evitar que esté demasiado fría o demasiado caliente; lo ideal es el agua tibia y acabar el aclarado con el agua lo menos caliente posible para favorecer el cierre de las cutículas.

4.- Número de lavados. Si lo que buscamos es una limpieza profunda del cabello, lavarlo dos veces es lo más adecuado. Con la primera, nos aseguramos la retirada de toda la suciedad. Con el segundo lavado, limpiamos en profundidad los mechones. Es muy importante prestar especial atención a las zonas que tienden a ensuciarse y engrasarse con mayor facilidad, debemos incidir en ellas y asegurarnos que no quedan restos de productos cuando aclaremos el cabello.

5.- Lavar siempre en movimientos circulares. Primero el cuero cabelludo con champú, de forma suave para no activar la producción de grasa; las zonas medias y bajas no tienen por qué estar grasas, lávalos con la espuma que cae, frotando siempre en el sentido del pelo y no a la contra.

6.- Champú. La clave es un champú orgánico, sin sulfatos y con propiedades antioxidantes y nutritivas como el Botanical Repair Strengthening Shampoo de Aveda, que limpia y ayuda a fortalecer y a reparar el cabello dañado con el poder de las plantas, y elimina suavemente el exceso de sebo, los restos de productos y de contaminación.

7.- Acondicionador o desenredantes. Es esencial el uso de productos que nos ayuden a desenredar el pelo, evitando así su rotura o caída en exceso, como el Cherry Almond Softening Conditioner de Aveda, con extracto de flor de cerezo, aceite de almendras y manteca de karité de certificación orgánica, ingredientes todos de origen natural que acondicionan profundamente el cabello restaurando la suavidad y el brillo del mismo. Podemos ayudarnos de un peine de dientes o púas anchas para facilitar el peinado.

8.- Secado. Secar el cabello de forma adecuada es casi tan importante como el lavado; hay que evitar frotar la toalla con movimientos bruscos contra el pelo, solo apretar para retirar el exceso de agua y humedad. Recurrir poco a los instrumentos que calientan como secadores eléctricos y planchas. Y por supuesto, jamás salir con el pelo mojado.

9.- Champú en seco. Hay que utilizar este tipo de productos solo cuando sea realmente necesario. El abuso del champú en seco puede dar lugar a una sobre acumulación de productos y picores.









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