"Para hacer las cosas bien es necesario:
primero, el amor, segundo, la técnica".
Antonio Gaudí,
arquitecto y máximo representante
del modernismo catalán (1852-1926).

Se han convertido en estandartes de la cosmética capilar natural y ecológica, libre de amoníaco, formol, parabenos, sulfatos y siliconas, entre otros. Nos referimos a las peluquerías orgánicas, un modelo de negocio que se dispara en Asia, Europa, Estados Unidos y algunos países de América Latina.

Estos salones empezaron a surgir con el propósito de cubrir las necesidades de un consumidor que abogaba por productos capilares -champús, acondicionadores, mascarillas, styling, etc.- desarrollados con insumos naturales pero respaldados por una formulación más efectiva. En suma, cosméticos avanzados, desde el punto de vista tecnológico, pero faltos de aquellas sustancias que pueden producir supuestos efectos dañinos.

La cosmética orgánica, menos agresiva con el cabello, ha sido elaborada a base de frutas, flores y plantas. En la actualidad incluyen ingredientes como aceites purificantes, por ejemplo de arroz o de ricino y queratina de procedencia vegetal. Numerosos salones abogan por ofrecer tratamientos convencionales en versión orgánica. De hecho, se prevé que el mercado de cosmética orgánica se incrementará a un ritmo del 10% durante el periodo 2015 a 2022, tal y como arroja la consultora internacional Credence Research. El segmento de los champús, con más del 35% de las ventas actualmente, registrará el crecimiento más destacado.

Aunque los cosméticos orgánicos tardan más que los tradicionales en proporcionar los efectos esperados, esto no preocupa a sus fans. Lo más importante es evitar cualquier contacto con químicos que provoquen posibles efectos nocivos. Sus seguidores, entre los que se incluyen propietarios de peluquerías y estilistas, tratan de concienciar acerca de los cosméticos empleados. Algo parecido a lo que muchos usuarios hacen con la alimentación. En cualquier caso, no deja de ser un nuevo modelo de negocio que contribuye a dinamizar un sector que no deja de innovar.

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