El trasplante capilar, a pesar de lo mucho que se habla acerca del mismo, y que esté a la orden del día, no es sin embargo, algo que se deba tomar a la ligera.

Por supuesto, hemos de ponernos en las mejores manos.

El peluquero, nunca nos cansaremos de decirlo, debe ser conocedor y prescriptor. No está de más, incluso, que conozca dónde remitir a su cliente para un trasplante con la máxima seguridad. Y por tanto, tampoco esta mal, sino todo lo contrario, juega en su favor, el prescribir los consejos y tratamientos necesarios y a su alcance, tanto antes como después de un trasplante, para que tras someterse a un microinjerto capilar, no se caiga un solo pelo.

El peluquero, debe ser conocedor y prescriptor. No está de más, incluso, que conozca dónde remitir a su cliente para un trasplante con la máxima seguridad.

Por supuesto, la clínica a la que se recurra deberá realizar el diagnóstico dermatológico preciso, ya que no todos los tipos de alopecia son trasplantables, al menos, con el 100 por cien de éxito. La androgénica es la principal candidata.

Por supuesto, y como ya nos han indicado algunos doctores en la materia, que exista una zona óptima de la cual extraer el pelo donante, es otra de las condiciones necesarias a la hora de decidirse por esta operación.

Todo esto queda en manos del cirujano. Aunque, eso sí, los cuidados previos y posteriores pueden ser nuestro mejor consejo en el salón de peluquería

Cuidados antes y después

Antes de realizar la intervención, el paciente deberá seguir un tratamiento pautado por el dermatólogo. Se trata, efectivamente de una intervención en donde, como en cualquier otra, no fumar y no beber alcohol los días previos, es obligado.

Cuidar el pelo existente antes y después y el ya trasplantado, con cosméticos y tratamientos específicos de hidratación y nutrición, o de activación del cuero cabelludo, debe ser algo habitual en los trasplantados. Lo cual se puede combinar a la perfección con la prescripción médica que recete pastillas o inyecciones a base de minoxidil, por ejemplo, antiandrógenos o plasma rico en plaquetas.

Antes de realizar la intervención, el paciente deberá seguir un tratamiento pautado por el dermatólogo.

Durante las primeras 24 horas del trasplante es importante dejar la zona de los injertos en reposo, sin lavarla. Tras el primer día, se debe emplear un champú neutro y aplicarlo sin frotar.
A partir de la segunda semana del trasplante, se podrá ejercer ya algo de presión con los dedos.
La protección solar es también obligada.

El pelo, aseguran los expertos, crece a los seis meses y los resultados se ven al año. Y son ellos quienes aseguran que durante todo este tiempo se ha de seguir realizando tratamientos contra la alopecia y observando las reglas de cuidado descritas y prescritas por el dermatólogo para que no se caiga un solo pelo del trasplantado.









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