"Se puede definir el liderazgo como una cierta capacidad
de transformar una visión en realidad".
Warren Bennis, profesor estadounidense, experto en liderazgo
y administración de negocios (1925).

Ya nadie alza la voz diciendo que la crisis no existe o que los problemas económicos que están apareciendo diariamente no tienen importancia. Estamos en una época donde el dinero tiene un protagonismo innegable y la desestabilización financiera ha repercutido, sin ninguna duda, en el sector de la peluquería.

Por estas razones, y para poder mirar el futuro con optimismo, hay que afianzar el vínculo de confianza con aquellas personas que ayudan a fortalecer y a hacer crecer el negocio de los salones. Esto también implica interactuar con los trabajadores y acercarse a ellos para conocer su punto de vista y darles la posibilidad de aportar ideas que puedan facilitar el trabajo diario o aumentar la facturación. Lo relevante es buscar soluciones y no hay que descartar la posibilidad de la ayuda externa.

Hoy en día, para las peluquerías de cierta envergadura o para aquellas que sean o formen parte de una franquicia existe una figura que se ha establecido como un mediador. Un líder ajeno a la dinámica diaria e incluso totalmente desconocido del y para el gremio. Se posiciona como una figura que intenta objetivar la faena y buscar soluciones concretas. Se convierte en un puente que une diferentes visiones para sacar adelante el negocio.
Este mediador se caracteriza por su capacidad analítica, que se trasluce en la toma de decisiones y es un recurso interesante para los dueños de salones que se encuentren en situaciones conflictivas. Puede ayudar a gestionar desde problemas gremiales hasta dificultades económicas.

En palabras de Manuel Castellers, reconocido sociólogo, "los liderazgos surgen sobre todo en momentos de crisis". Y es importante tener la humildad suficiente para recurrir a los expertos cuando las situaciones nos desbordan y se nos van de las manos.









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