Que este principio de siglo está siendo una época donde los grandes mitos caen y se desvanecen, no es un secreto. Que el modelo de feria, heredado del siglo pasado, en todo el mundo se tambalea, tampoco lo es. Que la crisis internacional afecta a todos en mayor o menor medida y que no estamos exentos de su influencia, es la pura realidad. Ahora bien, a todos nos toca replantearnos cuanto hacemos para adaptarnos a las nuevas reglas de juego. Esperamos resultados más rápidos, menor inversión de energía y monetaria en las acciones, y deseamos que nos ofrezcan el máximo servicio por cuanto abonamos por ello. Y esto no está sucediendo en el modelo de feria que representa la que presume ser la feria de la belleza más internacional de las existentes en el planeta.

La 43ª edición de Cosmoprof ya se mueve hacia ello, pero posiblemente no con la suficiente determinación. Los espacios de los sectores representados están mejor delimitados, una búsqueda más rápida de cuanto deseamos ver, una mayor oferta de actividades profesionales para los visitantes, las indicaciones han mejorado con una mejor rotulación... si bien desde hace unos años se produjo un punto de inflexión que no mejora de cuanto fue este evento.


¿Where are you going, Cosmoprof?

Utilizamos, con un pequeño retoque, el slogan de comunicación utilizado por los organizadores (Where are you going, beauty?. Adonde estás yendo, belleza?) para preguntarnos también hacia dónde está yendo este evento, con el comportamiento que está teniendo en ciertos puntos de servicios básicos.

En otros puntos no se avanza como se debería: hay que abonar verdaderas cifras abusivas para poder tener conexión wifi a Internet tanto para el expositor como para la prensa que viene a cubrir el evento, como para el visitante. En lugar de tener a esta herramienta de aliada y utilizarla como medio de conectividad entre los asistentes, se utiliza casi en contra.

La nueva normativa de las entradas, que te impide salir del recinto en un mismo día, con la obligación de tener que abonar de nuevo la entrada en caso de querer entrar por segunda vez, al menos para los que vamos allí a trabajar, nos parece mezquina y ridícula. La falta de catálogos oficiales desde el primer día resultó significativo, las grandes colas para recoger entradas de expositores, entre otras, son indicaciones de que algo no se está haciendo bien.

Viejas carencias son los precios abusivos de los hoteles de la ciudad, que ante la situación que vivimos, creemos son el principal motivo de pérdida de visitantes que deciden no asistir por su alto coste. No olvidemos que Internet ha eliminado las distancias entre el fabricante, distribuidor y consumidor intermedio o final, acortando también costos, restando importancia a la influencia de las ferias. El alto importe que representa asistir a uno de estos eventos como expositor replantea las acciones de las empresas; no en vano en esta edición ya no están presentes tres de las grandes firmas que asistían normalmente en el sector de la peluquería (segundo sector por importancia en Cosmoprof tras la perfumería), L'Oréal, Wella y Schwarzkopf.

La proliferación de eventos por todo el planeta, entre ellos algunos de los que organiza o forma parte la misma Cosmoprof, resta energía a la potencialidad de la feria que había sido con anterioridad, a lo que se añaden las dificultades que entraña para el visitante y expositor asistir a un evento de estas grandes dimensiones en una ciudad con infraestructuras limitadas.

Posiblemente, la medida de la feria ya no es la idónea, así como la cantidad de días que el expositor debe permanecer en ella. Quizás el futuro sea la creación de eventos con un público más profesional, de menor tamaño ferial; en fin, una cita más ágil, interactiva, de menor coste para los expositores y visitantes... Si Cosmoprof presume de ser lo que es, debe actuar como tal y no tomar medidas que entendemos se toman para arañar ingresos que ya no se tienen, y que les perjudican indirectamente.

A la hora en que estamos escribiendo este texto, domingo tarde, ya hay numerosos expositores y visitantes que deciden abandonar la feria para asistir a sus puestos de trabajo lo antes posible, ante la falta de público asistente.


Presencia española:

España es uno de los páises con mayor presencia de marcas en Cosmoprof. El ICEX (Instituto Español de Comercio Exterior) ha ayudado también a que esto sea así, si bien hay firmas que prefieren asistir por su cuenta.

Entre las firmas destacamos la presencia en peluquería de: Artero, Broaer, Fama Fabré, Hair Divi Monna Lisa, Laboratorios Belloch, Industrias Oriol, Hair Spray, Kin Cosmetics, Kodigo 4, Lakmé, Lendan, Lim, Montibello, Pahi, Peluquerías, Periche, Postquam, Profesional Cosmetics, Prolimsa, Sangrá y Termix.

En estética asistieron: Ainhoa, Albert D'Arnal, Alissi Brontë, Anubis, Atache, Belnatur, Bruno Vassari, Casmara Cosmetics, Cazcarra, Cemsa, Corpora, Drv, Enco, D'Orleac, Germaine, Instiute Bcn, Internartional Top Products Sabrina, Diet Esthetic, Keenwell, Laurendor, Lorenay, Maystar, Miriam Quevedo, Mesoestetic, Natural Use, Rös's, Sorisa, Tegor, Termosalud, The Cosmetic Republic y Thuya.

Destacar, por referencia de los fabricantes españoles, la labor de calidad que ha estado y está haciendo el ICEX con su función.










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