Un abdomen plano, firme y liso. Parece un sueño inalcanzable ¿verdad? Y es que aunque se pierda peso, y estemos en nuestra talla, siempre parece haber un “michelín” que no desaparece por completo.

Esto a menudo es debido a que existe un tipo de grasa corporal que se acumula en esta zona, especialmente cuando la dieta es rica en alcohol, azúcares y/o grasa. Es muy común en los hombres, y también en las mujeres tipo manzana, que son aquellas que tienden a acumular grasa en la parte superior del torso y en la cintura. Esto sucede también a partir de la menopausia, cuando las hormonas provocan un cambio de la distribución de la grasa: las piernas se vuelven más delgadas y cada gramo de más se acumula en torno a la cintura.

¿Cómo podemos actuar?

Pues la mejor opción es el láser frío de baja intensidad Zerona, un aparato que va destinado precisamente a reducir la circunferencia corporal de forma segura y eficaz. Su punto fuerte es que es un sistema no invasivo, por lo que el paciente se libra de la cirugía - ¡y todo lo que una operación supone!

El láser frío Zerona actúa “abriendo” de forma temporal una especie de poro en las células grasas, como si creara una puerta temporal por la que saliera el contenido graso de ese adipocito al exterior, para así poder ser metabolizado ¡y eliminado! del organismo, al igual que sucede cuando se adelgaza.

El tratamiento Zerona se puede seguir de una presoterapia o un masaje manual o simplemente haciendo que el cliente vaya caminar 30 minutos, de esta manera los residuos del también se movilizan para ser expulsados fácilmente del organismo.

El resultado se aprecia especialmente el abdomen, que tiende a hincharse y a acumular más líquidos y toxinas. ¡Es un verdadero antídoto antiretención y contra la hinchazón! De hecho, muchos pacientes coinciden asombrados en que parecen haber perdido una talla después de 6 sesiones.









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