Izanami Martínez.

El ser humano no es inclusivo por naturaleza. ¿Por qué? Nuestro cerebro, más preocupado por la supervivencia que por la verdad, se entrena para categorizar el mundo entre seguro y peligroso, similar y diferente. "Este proceso, arraigado en la epigenética, da origen a los sesgos, esos juicios subconscientes que moldean nuestras decisiones de manera instantánea", explica Izanami Martínez, madre, antropóloga, fundadora de Soulgate y próxima ponente en Beauty Contact Santiago de Compostela, Galicia.

Un sesgo es un juicio rápido generado por nuestro cerebro a nivel subconsciente y a partir de una primera impresión. Y este juicio empieza a funcionar en nuestro cerebro como una verdad absoluta y a partir de él buscamos, propiciamos, interpretamos o recordamos información de manera que la confirme.

La conciencia inconsciente: el motor de nuestras decisiones

Las ideas formadas en el inconsciente, rápidas e instintivas, lideran nuestras elecciones diarias. A menudo discriminatorias, estas ideas obstaculizan la inclusión, incluso cuando conscientemente nos esforzamos por lo contrario. Sin embargo, es imposible no tener sesgos. Hasta la IA los tiene.

El desafío de desarmar nuestros propios sesgos

¿Cómo podemos evitar actuar de forma injusta? Haciendo conscientes nuestros sesgos.
Comprender su origen, racionalizar creencias y seleccionar conscientemente qué sesgos son útiles y cuáles perjudican es esencial para una convivencia justa e inclusiva.

Los 7 sesgos que moldean nuestra percepción

1. Sesgo de afinidad.
Este sesgo nos lleva a evaluar mejor a una persona que comparte nuestra procedencia, creencias o aficiones.

2. Sesgo positivo.
Este sesgo extrapola nuestro autoconcepto a los demás, creando prejuicios basados en nuestras experiencias.

Por ejemplo, si yo creo que soy una persona de mente abierta porque he viajado mucho, el sesgo positivo me llevará a creer que alguien que haya viajado mucho será necesariamente de mente abierta.

3. Sesgo primera impresión.
El efecto Horn y el efecto Halo, dos caras de un mismo sesgo que juzga la responsabilidad a través del tiempo de llegada.

  • 'Efecto Horn': una persona llega diez minutos tarde a una entrevista, asumimos que no es responsable.
  • 'Efecto Halo': una persona llega diez minutos antes a una entrevista, asumimos que es responsable y organizada.

4. Sesgo de la belleza.
Este sesgo hace que las personas atractivas generen más interés, más credibilidad y más confianza.

5. Sesgo de vivencia.
Este sesgo está muy vinculado a los estereotipos. Asociamos estereotipos a características específicas, desde la puntualidad de un alemán hasta las habilidades digitales de una persona joven.

6. Sesgo de seguridad.
Este sesgo nos lleva a darle más peso a los resultados negativos que a los positivos.

El sesgo de la belleza hace que las personas atractivas generen más interés, más credibilidad y más confianza.

7. Sesgo del punto ciego.
Este sesgo nos hace creer que somos menos propensos a tener sesgos que los demás.

En definitiva, discriminar no es inevitable porque somos la única especie capaz de trascender lo instintivo. Tenemos la capacidad y la responsabilidad de accionar nuestra consciencia y tratar a los demás como nos gustaría ser tratados.

Y si quieres saber más y empaparte del conocimiento y experiencia de Izanami Martínez, hazte ya con tu entrada a Beauty Contact Galicia y participa de la ponencia: "Desarrolla tu potencial profesional", que esta reconocida y solicitada coach protagonizará dentro del exclusivo programa de formación de este congreso diseñado solo para ti, profesional de la belleza.









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