Los tatuajes se han convertido en un accesorio de moda en los últimos años, especialmente en el sector de los millennials. Sin embargo, hay datos fiables que afirman que el colorante tóxico del tatuaje (con partículas diminutas que incluyen moléculas de conservantes y contaminantes como el níquel, el cromo, el manganeso y el cobalto), podría terminar en los ganglios linfáticos, según una nueva investigación publicada en la revista Scientific Reports.

El colorante del tatuaje se compone de varios pigmentos orgánicos e inorgánicos, y se puede contaminar con impurezas tóxicas. Además del carbón, el segundo ingrediente más común utilizado en las tintas tatoo es el dióxido de titanio, un pigmento blanco también usado en aditivos alimentarios, pantallas solares y pinturas. Este producto químico se ha asociado con retrasos en la cicatrización, picazón e irritación de la piel.

Los tatuajes se han convertido en un accesorio de moda en los últimos años, especialmente en el sector de los millennials.

"Cuando alguien quiere hacerse un tatuaje, a menudo es muy cuidadoso al elegir un salón donde usan agujas estériles", asegura el coautor Hiram Castillo, investigador de la instalación europea de radiación de sincrotrón en Grenoble, Francia. "Nadie comprueba la composición química de los colores, pero nuestro estudio muestra que tal vez deberían".

Científicos de Grenoble, junto a colegas del Instituto Federal Alemán de Evaluación de Riesgos de Berlín, utilizaron mediciones de fluorescencia de rayos X para identificar partículas en la piel y en los ganglios linfáticos, que se encuentran en el cuello, debajo de los brazos y a lo largo del pliegue entre los muslos y el abdomen.

El colorante del tatuaje se compone de varios pigmentos orgánicos e inorgánicos, y se puede contaminar con impurezas tóxicas.

Sólo las partículas más pequeñas de nanoescala pasaron a los ganglios linfáticos. Los investigadores también utilizaron una técnica llamada espectroscopía infrarroja de transformada de Fourier para evaluar los cambios en el tejido cerca de las partículas del tatuaje a nivel molecular.

Los datos arrojaron "pruebas sólidas" tanto de la migración como del depósito a largo plazo de elementos tóxicos en el cuerpo. "Ahora que su presencia se ha establecido, el siguiente paso es buscar pruebas de efectos adversos, incluyendo la inflamación", dijeron los investigadores.









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