Encender una vela Trudon no sólo supone iluminar una estancia. También alude a un despertar de los sentidos, envolver el espacio en una fragancia compuesta como un perfume y rendirse al lujo de una tradición que seduce dese 1643. Cada llama esconde una historia.
¿Cuánto sabes sobre su icónica vela perfumada?
» La vela perfumada.
Nacida en la encrucijada entre un saber hacer excepcional y una fascinante historia, la vela perfumada se ha consolidado a lo largo de los años como un objeto atemporal y, actualmente, es el icono de la Maison Trudon, fundada en 1643.
Símbolo de un legado artesanal único, cada vela perfumada contiene en sí la elegancia francesa, el genio creativo de renombrados perfumistas y la maestría de los cereros tradicionales, que se preserva con mimo en el taller de la Maison, en Normandía. Una perfecta armonía entre tradición, lujo y modernidad.
» Icónica.
La combinación del elegante vidrio soplado y el mítico escudo dorado de Trudon convierte a la vela perfumada en un objeto decorativo atemporal.
Disponible en una amplia variedad de fragancias, se adapta a todas las estaciones y preferencias, y perfuma las estancias con distinción.
» Herencia y tradición.
Desde 1643, Trudon perpetúa un legado centenario en el arte de la cera. Procedentes de la tradición de los maestros cereros, sus velas y productos perfumados de excepcional calidad celebran el saber-hacer artesanal francés.
Hoy, la vela perfumada Trudon encarna un auténtico arte de vivir.
» Artesanía y saber-hacer.
Las velas perfumadas, emblema de la Maison, son el resultado de una producción semimanual en el taller, elaboradas con una maestría transmitida por generaciones de maestros cereros.
Cada etapa del proceso de creación, desde la selección de las materias primas hasta la aplicación de la cera, se lleva a cabo con meticuloso cuidado para garantizar la excelencia de los productos.