Dejarse mimar por los mejores profesionales, en un ambiente relajado y lleno de exotismo. Con sus métodos orientales, d-uñas acerca a su clientela los tratamientos más exclusivos, a un precio asequible. Conseguir unas uñas perfectas, tanto en manos como en pies, ya no es privilegio de unos pocos.
El primer paso: crear el ambiente idóneo; luz tenue, música suave y el aroma que la clienta prefiera para relajarse, desde manzana-vainilla, hasta coco, pasando por fresa, mango o plátano. ¿El objetivo? Que la clienta, además de salir con unas uñas perfectas, se sienta cómoda y disfrute de la sesión, ya sea de manicura o de pedicura. Una vez se ha alcanzado el clima deseado, se continúa con el proceso del tratamiento.

Desinfectar la zona a tratar, retirar el esmalte, limar las uñas, etcétera. Paso a paso, en manos de los profesionales más preparados y con los mejores productos del mercado: exfoliante de azucar, crema de colágeno, aceite nutritivo vitaminado, loción hidratante vitaminada, etcétera.

d-uñas cuenta con dos centros en Málaga, uno en Torremolinos, uno en Granada y otro en Marbella. Proximamente abrirá nuevos centros en Huelva y Sevilla.



Sobre d-uñas

Son especialistas en manicuras, pedicuras y uñas esculpidas. Los centros d-uñas ofrecen, además, una amplia gama de servicios y ponen a la venta productos asociados a los tratamientos.

La formación es una de las piezas clave en la diferenciación de d-uñas. Por eso, apuesta por ofrecer una extensa preparación, tanto a sus franquiciados como al equipo de éstos, al inicio de la actividad y de forma continuada.

Los centros d-uñas se dirigen a personas emprendedoras que deseen gestionar su propio negocio y contar, al mismo tiempo, con el respaldo de una gran red. El perfil de franquiciado que busca la enseña es el de una persona, de entre 25 y 55 años, con vocación empresarial, don de gentes y habilidades en el trato con el público.

El local ideal para abrir un centro d-uñas ha de ubicarse en zonas comerciales de poblaciones con, como mínimo, 30.000 habitantes y ha de disponer de unas dimensiones mínimas de 35 metros cuadrados. La inversión inicial para unirse a la red es de 33.500 euros, con un canon de entrada de 6.000 euros.








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