En Thuya Escuela dan por iniciado el curso, y junto a ellos también los 18 alumnos que este año han sido agraciados con una beca Francis. Con esta ayuda económica, que cubre el 50% de los gastos del curso, los estudiantes elegidos pueden cursar aquella formación que quieran, financiada por Thuya Escuela. Ello supone una apuesta por el talento, una inversión por el futuro y un sueño hecho realidad para todos ellos.

Los becados fueron convocados a una bienvenida oficial a Thuya Escuela para recibir el certificado oficial de la beca. La subdirectora del Instituto Francis, Rossana Cornelli, junto a la directora de Thuya Escuela, Anabel Cabezas, destacaron la voluntad de proporcionar una formación de calidad y la enorme apuesta que se ha hecho por estos alumnos.
Nos hemos metido en las clases para conocerlos más de cerca y saber qué les ha llevado a formar parte de la gran familia de los agraciados con la beca Francis.
Ellos son estudiantes de Asesoría de Imagen, de Estética, de Peluquería y de Maquillaje; pocos se habían iniciado antes en el mundo de la imagen personal, pero todos coinciden en su vocación, que es la de poderse dedicar de manera profesional a cada una de sus especialidades.

Un buen momento para reciclarse

Entre los becados hay perfiles muy diferentes, desde jóvenes que quieren seguir complementando su formación con las garantías que ofrece un centro como Thuya Escuela hasta personas que tienen otros tipos de titulaciones y que han decidido reorientar su carrera profesional. De entre ellos, por ejemplo, Paola Chavarro, que tiene la titulación de Tripulación en Cabina y ha decidido que éste era "un buen momento para reinventarse a nivel profesional".

Laura Barrachina, estudiante también de Maquillaje Profesional, tiene las titulaciones de auxiliar de veterinaria y clínica, y asegura que hacía tiempo que se planteaba formarse como maquilladora, en definitiva: "demostrarme a mí misma que nunca es tarde para reciclarse", asegura la estudiante.

Y es que para cumplir un sueño no hay límite de edad ni de imaginación, ni para retomar el hilo de los estudios. Rubén Darío, por ejemplo, retomó sus estudios introduciéndose en el mundo de la peluquería y este año ya está cursando el CFGM de esta especialidad.
Todos ellos tienen realidades distintas pero un objetivo común, y es el de formar parte de la familia de Thuya y de la beca Francis. En total 18 alumnos que han podido entrar a estudiar en el centro y que, de lo contrario, algunos de ellos no hubieran podido seguir formándose.









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