La terapia por calor o termoterapia utiliza la radiación infrarroja de onda larga emitida por cuerpos calientes, para la reducción de patologías corporales. Se emplea principalmente para reducir la obesidad localizada, en este caso suele llamarse termolipólisis. También para tratamientos contra el dolor articular, reumático, etc., en este caso se le denomina termoterapia.

Los infrarrojos (IR) de onda larga, son los emitidos por los cuerpos calientes con temperaturas no muy elevadas. En general su poder de penetración en el cuerpo depende de la potencia emitida, pero alcanzan con facilidad terminaciones nerviosas y vasos sanguíneos. Los I R de onda corta son emitidos por cuerpos con temperaturas muy elevadas y tienen mayor poder de penetración, pudiendo llegar fácilmente a órganos internos, grandes vasos, terminaciones nerviosas, etc.

Todo ello lo conseguimos con la termorerapia Silver Therm de Tecme, nueva aparatología de la firma.

Aplicaciones de la termoterapia Tecme

a) Aplicación en estética

La radiación IR se utiliza generalmente en estética por su actividad sobre la circulación, tanto en tratamientos corporales como faciales. Además, también para inducir la relajación cutánea y muscular y fundamentalmente como sistema para reducir panículos adiposos (termolipólisis).

Otra de sus múltiples funciones, es la de aumentar la penetración transcutánea y velocidad de reacción de los productos cosméticos.

Se utiliza también, para estimular todo el metabolismo basal, disparando su consumo energético.

En este caso, se suelen dejar como zonas de refrigeración la cara, el pecho, los antebrazos y la parte inferior de las piernas, para que el sistema termo regulador del cuerpo las use como lugares de refrigeración de sangre y linfa. Esta técnica de trabajo, descrita en los manuales de uso, permite trabajar a temperaturas más elevadas de las que son normales en este tipo de tratamiento, sin peligro de quemaduras, consiguiendo con ello unos resultados más notables.

b) Aplicaciones antiálgicas y rehabilitadoras

En esta área, los IR se utilizan para disminuir los dolores ósteo-articulares y las contracturas musculares, permitiendo ésto una mejor movilidad de las zonas afectas. En consecuencia, son normalmente utilizados como preparación previa a los tratamientos de recuperación funcional, sustituyendo ventajosamente a otros sistemas clásicos mucho más engorrosos ( baños de parafina y otros).

Pueden utilizarse también, para potenciar los efectos antiálgicos y relajantes de los fármacos de aplicación local, ya que estos, penetran mucho mejor a través de una piel caliente y con los poros dilatados.









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