"El bienestar y la salud son un deber,
de otra manera no podríamos mantener
nuestra mente fuerte y clara”.
Buda, asceta, meditante, eremita
y sabio en cuyas enseñanzas se fundó
el budismo, nacido en la desparecida y antigua
república de Sakia, hoy entre la actual
frontera de Nepal e India (VI-V a. C.). ​

Hemos visto que, de un tiempo a esta parte, los rápidos avances tecnológicos han marcado las preferencias del consumo y la oferta de los productos de la industria de la belleza. ¿Pero cómo va a ser a partir de este 2022? La previsión de algunos analistas señala que, las tendencias 'beauty' surgirán a raíz del cambio de mentalidad al que asistimos, y en los próximos años, además de la belleza no invasiva y sin dolor, los consumidores buscarán también soluciones inteligentes en el hogar que ofrezcan resultados de nivel profesional, spa o centro de estética.

Y todo acompañado de las ya ineludibles, es más, decisivas conversaciones en foros, canales y redes que atenderán a una mezcla revolucionaria de innovaciones tecnológicas, ingredientes sorprendentes, naturales y personalizables y, lo más importante, el cambio de la belleza independiente a la belleza como parte integral del bienestar.

En este sentido y para los profesionales, negocios, centros, fabricantes y distribuidores, se abre un camino interesante. En concreto, y en el centro de belleza, ya no solo se trata de un tratamiento, sino del seguimiento de su cliente y la recomendación del cuidado posterior y mantenimiento donde deberá disponer de ese producto que lo permita y que el cliente le adquiera a él y no a cualquiera, si es que te interesa convertirte en su canal imprescindible evitando que acuda a otro.

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¿Dispones de belleza en tu centro para que el cliente use en casa?

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