T-Shape, de Quantum Aesthetics, integra tres tecnologías punteras que actúan en sinergia: láser lipolítico frío, masaje subdérmico y radiofrecuencia. La gran ventaja consiste en la posibilidad de emitir simultáneamente las tres tecnologías. Así se potencian sus efectos fisiológicos y se acelera la consecución de los resultados terapéuticos. También, se pueden trabajar de modo individual.

Esta plataforma está indicada para reducir volumen y redefinir la silueta a nivel corporal, estilizar el óvalo y el rostro a nivel facial. T-Shape trata, de forma muy eficaz, la celulitis y las adiposidades localizadas. Además, este aparato tiene un efecto antiinflamatorio y desintoxicante. Y trata la flacidez cutánea (efecto reafirmante) y el descolgamiento muscular (efecto tonificante).

Esta innovación combina la fotobioestimulación mediante láser frío lipolítico (luz infrarroja de campo cercano, para licuar la grasa) y regenerador cutáneo (luz roja), masaje subdérmico asociado a tres modalidades de succión (continua y pulsátil) y radiofrecuencia monopolar, bipolar y multipolar.

Un aparato que reduce el cansancio de la esteticista

T-Shape se diferencia por su técnica de endomasaje asistida por dos rodillos motorizados. Ello disminuye el cansancio del operador, incrementa el efecto placentero del tratamiento y maximiza la efectividad terapéutica. En este caso, el uso de malla o body no es necesario, ya que se puede hacer este tratamiento con producto.

La plataforma alivia las contracturas musculares por estrés y las sobrecargas posturales, así como remodela las cicatrices e incluso mejora las estrías rojas.

Una aparatología válida para tratar todas las zonas del cuerpo

Respecto a las características técnicas, el T-Shape dispone de unas dimensiones compactas, software intuitivo y varios tamaños de cabezales válidos para tratar todas las zonas del cuerpo. Los seis cabezales -tres corporales y tres faciales- de superficie ergonómica garantizan una toma de contacto excelente.

El aparato carece de consumibles, gracias a la durabilidad de los materiales y a los filtros reutilizables, sin apenas fungible (un poco de loción electroconductora). Además, se mantiene y limpia de forma fácil y cómoda. Su puesta en escena resulta muy atractiva y diferenciadora del resto de la oferta del mercado actual, ofrece una solución estética vanguardista e innovadora.

El protocolo de aplicación clínica convencional suele incluir de seis a 12 sesiones, a razón de dos por semana, de 30-40 minutos por sesión.









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