Ha sido una de las tendencias que más fuerte ha pegado en los últimos años, pero parece que los esmaltes de uñas también tienen estación término. Según reportan los propios fabricantes, han experimentado un descenso en las ventas de hasta un 13 por ciento.

Javier Escalante, analista de investigación de Consumer Edge, ha declarado a Advertising Age que los esmaltes de uñas "eran una moda pasajera", añadiendo que las novedades como los tonos glitter y los craquelados (con grietas) son en gran parte responsables de tal caída.

Dentro de las firmas, L'Oreal está experimentando un declive del 10 por ciento en las ventas, mientras que Revlon anuncia una caída del 13 por ciento y gigantes del mundo de los cosméticos como OPI o Rimmel aseguran que, en menos de un año, sus ventas han bajado en un 5 por ciento.

No es que sean números desorbitados pero teniendo en cuenta la popularidad que han tenido a lo largo de 2011 y 2012, consiguiendo un aumento en ventas del 20 por ciento, llegando a su máximo a mediados del año pasado, es una caída considerable pero sobre todo rápida. L'Oreal y Revlon han anunciado que experimentaron la bajada en ventas en noviembre; en tan solo cuatro semanas alcanzaron pérdidas del 10 por ciento, al ser sustituido el boom de la laca de uñas por la barra de labios.

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