"No hace falta conocer el peligro
para tener miedo; de hecho,
los peligros desconocidos son los que
inspiran más temor".
Alejandro Dumas, novelista
y dramaturgo francés (1802-1870).
Durante el mes de julio, el Ministerio de Sanidad ordenó retirar 11 productos cosméticos de Deliplus, marca blanca de los supermercados Mercadona y una de las más exitosas del mercado español debido a su bajo precio.
El motivo de la retirada es porque estos productos contenían nitrosamina, un compuesto dañino que se genera a partir de la mezcla de la trietanolamina, que actúa sobre el PH, y el conservante bronopol. La nitrosamina es una sustancia inductora de tumores cancerígenos según el Instituto Nacional del Cáncer de EE UU. En cualquier caso, no presentaban ningún tipo de riesgo para la su salud a corto plazo, aunque a largo plazo sí que podía ser perjudicial.
El caso es que la noticia se conoció a mediados de agosto, un mes después de que se ordenara la retirada. Mercadona actuó rápido, cambiando los productos afectados. Sin embargo, no realizó ningún comunicado a los clientes advirtiéndoles de lo ocurrido. Según ellos, no se ha querido crear una alarma social sin motivo.
Lo que es cierto es que la retirada de cosméticos con sustancias potencialmente peligrosas está en auge desde que, en 2009, la Campaña por los Cosméticos Seguros, promovida por 175 organizaciones medioambientales y de consumidores, iniciara una presión a las empresas cosméticos instándolas a que retiren del mercado productos dañinos para la salud. Desde entonces, muchas marcas han optado por cambiar ciertos ingredientes antes de sufrir una caída de ventas. Y la mayoría de ellas son partidarias de dar noticia a estos cambios para conseguir una confianza en el consumidor final.
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