La firma Herms presenta su nueva propuesta para 2010: una camilla moderna, cómoda y elegante, idónea para masajes y tratamientos estéticos. La nueva camilla, de diseño actual y aspecto sólido, proporciona una gran estabilidad y fiabilidad en el momento de dar un masaje. A su vez, un colchón de 6 cm de espesor de espuma ignífuga de 35 kg/m3 le otorga una gran comodidad.
Se produce en madera hidrófuga, con una extensa gama de acabados: madera natural barnizada de roble, wengé o maple. También se puede lacar en múltiples colores, lo que permite poder aplicar los tonos corporativos de las salas de tratamientos o masajes en los que se ubique. Existe una camilla para cada entorno y estilo.
La funda del colchón es removible en piel escay; opcionalmente, se puede producir con un agujero facial para lograr la máxima comodidad durante el masaje. El colchón está disponible en una extensa gama de acabados y colores, con cremalleras ocultas para permitir el desenfundado de manera fácil y rápida.
Se fabrica en numerosas medidas, permitiendo su adaptación a cualquier necesidad. Desde una longitud de 1.850 mm y un ancho de 650 mm, se puede hacer a medida, aumentando estos parámetros de 10 en 10 cm. Su altura estándar es de 650 mm hasta un máximo de 800 mm. Un cómodo mando permite regular la altura de la camilla hasta una carrera de 150 mm.
Está dotada de un sistema eléctrico de regulación para el respaldo en espalda y piernas, y otro sistema de regulación de altura, que proporcionan una gran comodidad. Es silenciosa y potente, todos los motores eléctricos están dotados de garantía CE y protección IP44 de estanqueidad contra posibles contactos con el agua. No existe cableado visto, resultado de un diseño muy cuidado.
Cuenta con un estante inferior muy útil como lugar de almacenamiento para toallas y productos, que a su vez se puede utilizar como escalón retráctil para facilitar el acceso a la plataforma de las personas con dificultades de movilidad. El escalón que sobresale tiene una longitud igual al ancho de la camilla y puede volver a deslizarse hacia el interior, una vez ha concluida su función.