Un total de 705 millones de mascarillas tradicionales contaminan el medio ambiente cada mes solo en España. Y esto tiene diversos impactos en la calidad del agua, aire, comida, y en nuestra vida en general.

Mascarillas Béjar ha creado las primeras mascarillas compostables en Europa (que se descomponen en abono). Mientras que una mascarilla quirúrgica tarda entre 300 y 400 años en degradarse, éstas podrían hacerlo en 8 semanas.

Tras estudios, pruebas y certificaciones, acaban de lanzar al mercado las mascarillas compostables, tanto quirúrgicas como FFP2.

La mascarilla se puede descomponer bajo las condiciones del compost. Procedimiento en el que participa el hombre y que adelanta el proceso natural de descomposición biológica con la ayuda de temperatura y microorganismos. En este proceso el material dará dióxido de carbono, agua, minerales y abono orgánico.

La mascarilla se puede descomponer bajo las condiciones del compost. Procedimiento en el que participa el hombre y que adelanta el proceso natural de descomposición biológica con la ayuda de temperatura y microorganismos.

Para realizarlo, utilizan PLA, un polímero permanente, inodoro, resistencia a la humedad y la grasa. Es extraído del maíz, la yuca o la patata. Se fabrica de ello mascarillas, con descomposición en agua, minerales y abono orgánico.

Textil Béjar nace de la mano de Mascarillas Béjar, un grupo corporativo preocupado por el bienestar social. Es una empresa que, junto con ICW Holding, acumula más de 50 años de experiencia en su plantilla directiva. Debido a la situación actual, se han visto en la obligación de cumplir con la demanda nacional de productos sanitarios y así no tener que depender de mercados extranjeros.









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