La empresa de estudios de mercado Mintel acaba de publicar su Top 4 en tendencias de belleza para el año que viene, una lista en que los ingredientes locales y el análisis de datos biométricos cobran una especial importancia.

Ingredientes de proximidad

De acuerdo con la compañía, en 2018 los principales marcas pondrán su foco en lo local, en lo que se refiere a su suministro de ingredientes, y dirigirán su comunicación a educar a los consumidores en la importancia de preservar los recursos. De todas maneras, esto no quiere decir que la belleza basada en la tecnología vaya a la baja, ya que se puede utilizar la ciencia para sustituir la recolección de ingredientes naturales en un intento de reforzar el concepto de producto desarrollado localmente.

En 2018 los consumidores se encontrarán con innovaciones capaces de interpretar sus expresiones faciales y movimiento ocular para determinar sus preferencias de producto.

A partir del próximo año la industria deberá enfrentarse a un conflicto entre la demanda de los consumidores ávidos de productos naturales y la reducción de la disponibilidad de estos recursos. El dominio de las ventajas de la biotecnología puede favorecer la creación de una nueva generación de productos naturales mejorados.

Personalización

Ya ha sido tendencia en 2017, y parece que en el futuro no hará sino crecer. El año que viene los consumidores encontrarán un mayor grado de inclusividad y personalización en el mercado.

Empresas concienciadas

En términos de marketing, las marcas deberán tender a transmitir mensajes sinceros y, sobre todo, creíbles. En 2018 el objetivo será llegar a los millennials y la Generación Z a través de temas medio ambientales y éticos. Las compañías del futuro deben tener posiciones claras y estar dispuestas a contribuir de algún modo y de manera efectiva a la sociedad.

Tecnología para el consumidor

Está claro que la mayor parte de la industria se está centrando en el ámbito digital, pero en 2018 esta tendencia va a ir a más de los medios sociales. Los consumidores se encontrarán con innovaciones capaces de interpretar sus expresiones faciales y movimiento ocular para determinar sus preferencias de producto. En el futuro, el uso comercial de los datos biométricos va a seguir al alza, llegando a aspectos como el ritmo cardíaco, el lenguaje corporal y el análisis del habla.









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