Y no solo eso, con la maderoterapia facial podemos también prescindir o alargar los plazos antes de pasar por quirófano a través del masaje.

Si quieres conocer más esta técnica, continúa leyendo porque vamos a intentar despejar todas tus dudas.

Historia de la maderoterapia

La maderoterapia se empieza a desarrollar en oriente hace miles de años y se utilizaba como una técnica terapéutica para aliviar los dolores musculares y articulares. Sin embargo, debido al peso de los elementos de madera con los que se trabajaba, especialmente en corporal, fueron cayendo en desuso.

Es en Colombia donde se recupera su esencia, pero no la forma de trabajo. Los elementos de madera se perfeccionaron para aligerarlos y los protocolos se adaptaron a las necesidades de ese momento que era más estéticas. De esta manera es cómo se van introduciendo en los centros de belleza como un aliado de gran valor. En la actualidad, se pueden adaptar a cualquier tipo de masaje, facial en este caso, que necesitemos realizar en función de las necesidades del cliente.

Uno de los tipos de madera más recomendados para la elaboración de los distintos elementos que se utilizan es la de urapán. El Fraxinus Chinensis o fresno de China, de Corea o árbol de Urapán es una especie arbórea perteneciente a la familia de las oleáceas y que es originaria de Asia.

Sin embargo, fue introducido en Colombia en 1960, plantándose a lo largo de las calles de ciudades y áreas rurales. Volvemos a encontrar la conexión China-Colombia.

¿Qué características tiene que lo hacen ideal para la técnica de maderoterapia facial?

Como todas las maderas tiene la capacidad de recoger la carga electroestática que generamos. Sólo por fricción ya desaparece. Pero, además, al ser de la familia de las oleáceas son ricos en grasas naturales, lo que hace que no absorba los aceites que se usan para el tratamiento porque ya lo contiene el propio elemento que se usa.

Para el protocolo de maderoterapia facial, vamos a necesitar seis elementos:

  • Tabla moldeadora.
  • Rodillo biesférico.
  • Rodillo liso plano.
  • Rodillo acanalado.
  • Champiñón.
  • Copa sueca.

Cada uno de ellos tiene una misión específica que hay que analizar para sacarle el máximo partido. Por ejemplo, la copa sueca permite crear succión, levantar y modelar, además de generar estímulo en la capa reticular.

Estos elementos tienen que estar muy pulidos y tener la veta longitudinal para garantizar un uso agradable y larga duración.

¿A qué es un mundo apasionante este de la Maderoterapia Facial?

Por eso merece la pena dedicar un momento a formarte en estas técnicas para ofrecer lo mejor a tus clientes. Hoy día, hay mucho donde elegir; cursos presenciales y on-line ¡Adelante!

www.cursosvision.com.
Curso de Maderoterapia Facial.
Pilar Álvarez Palmeiro.









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