"Tenemos un plan estratégico.
Se llama hacer las cosas bien".
Herb Kelleher, empresario norteamericano (1931).
Un estudio de la consultora Kline sobre el mercado de la belleza en Estados Unidos pone de manifiesto la importancia de las innovaciones tecnológicas que permiten distintos niveles de personalización en los productos de belleza. Todo ello, sumado a los social media, acaparan las tendencias actuales para vender más y mejor.
Aquellas marcas que realmente tienen éxito no son las que más invierten en publicidad convencional, aparte de los gigantes de la cosmética, sino los que destinan recursos a aplicaciones y lanzamientos en soportes digitales. Pues, según el estudio de Kline, los dispositivos móviles juegan un papel crucial en la personalización de la rutina de los consumidores de belleza.
Toda clase de firmas utilizan el poder de la comunicación digital para contactar con su público objetivo. Las empresas pequeñas tienen más ventajas, en este caso, porque son muy ágiles y pueden escuchar más de cerca a sus consumidores para adaptarse más rápidamente a sus necesidades. Entonces invierten más en campañas digitales y redes sociales, que permiten presupuestos más ajustados. Y no les ha ido mal, porque estas marcas son las que han experimentado un mayor crecimiento de ventas.
La digitalización ha entrado de lleno también en el sector profesional, por lo que los medios digitales y redes sociales son el escaparate perfecto para darse a conocer e interactuar con posibles clientes. No hay tiempo que perder.
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