Seguir una rutina de ejercicios faciales, diaria o en días alternos, de unos 30 minutos de duración durante 20 semanas mejora la apariencia del rostro en mujeres de mediana edad, dándole un aspecto más juvenil, con mejillas más firmes. Este es el resultado de un estudio pionero de la Northwestern University (EE UU), que en sus conclusiones afirma que existen evidencias de que los ejercicios faciales pueden mejorar el aspecto facial y reducir algunos de los signos visibles de la edad.

De esta manera, los ejercicios agrandan y refuerzan los músculos faciales, aumentando la firmeza y tonificación de la cara, lo cual redunda en una apariencia más joven. En caso de que los resultados se puedan confirmar en estudios futuros, nos hallaríamos ante una manera económica y no tóxica de conseguir un aspecto más joven o de reforzar el efecto de otros tratamientos cosméticos o de lucha contra el envejecimiento.

Existen evidencias de que los ejercicios faciales pueden mejorar el aspecto facial y reducir algunos de los signos visibles de la edad.

El estudio, publicado este mes de enero en la publicación especializada JAMA Dermatology, ilustra como, a medida que pasa el tiempo, la piel pierde elasticidad y las capas de grasa ubicadas entre el músculo y la piel se vuelven más finas. Estas capas son las responsables, en gran parte, de la forma de la cara, así que su alteración provoca un descolgamiento característico. Sin embargo, si los músculos subyacentes se fortalecen, la piel cuenta con mayor apoyo y el rostro muestra una mayor firmeza, compensando el efecto de la pérdida de grasa y el descolgamiento de la piel.

La investigación se ha llevado a cabo entre mujeres de mediana edad (entre 40 y 65 años), que se sometieron a sesiones de ejercicios, en un primer momento con un instructor y posteriormente en casa, durante 20 semanas. Durante las primeras ocho semanas, las sesiones eran diarias, y de la semana 9 a la 20, en días alternos, incluyendo 32 ejercicios diferentes.









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