LCN revindica el “Stop tóxicos” en todos sus productos, y esto lo consigue gracias a la composición de sus esmaltes que permite trabajar de una manera segura, tanto para el profesional como para el cliente, ya que estos están libres de los componentes más controvertidos: Formaldehído, Tolueno y Ftalato de Dibutilo (DBP).

Nanotecnología patentada sin tóxicos

Desde los laboratorios de LCN saben de la importancia de trabajar con productos libres de tóxicos, de lo que hacen su filosofía de fabricación. Conocidos básicamente por trabajar sin ácidos, no es este el único componente tóxico del que sus productos están libres.
El Formaldehído, Tolueno o Ftalato de Dibutilo (DBP) son otros de los componentes que están excluidos de su lista de ingredientes.

¿Qué son estos ingredientes?

  • Formaldahído: es un endurecedor derivado del petróleo usado en la fabricación de pinturas de automóvil y catalogado por la Asociación del Cáncer como "cancerígeno".
  • Tolueno: es un tipo de disolvente que puede llegar a afectar al sistema nervioso, causando pequeños efectos narcóticos o de irritación en los ojos.
  • Ftalato de Dibutilo: compuesto orgánico usado en la industria como plastificante, cuyo uso cosmético está prohibido en la UE desde 2006 por la Directiva 76/768/CEE del año 1976.

¿Por qué los esmaltes LCN?

  • Nanotecnología de cerámica patentada.
  • Libres de tóxicos.
  • Capas uniformes sin grietas.
  • Color intenso y cubriente.
  • Brillo de Color Óptimo.
  • Sin amarilleamiento de uñas.
  • Extremamente duradero.









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