Las semillas murumuru, que se encuentran en varios lugares de la selva amazónica de Brasil, son utilizadas en productos de cuidado del cabello y barras de labios por compañías como L'Oréal y el gigante brasileño de belleza Natura. Esta actividad ayuda a las comunidades locales a aumentar sus ingresos al mismo tiempo que da más valor a los productos de la selva tropical, contribuyendo así a su protección.

Las semillas murumuru crecen en los árboles de palma, son de color marrón claro y con un tamaño de alrededor de una pulgada de largo.

De color marrón claro y con un tamaño de alrededor de una pulgada de largo, las semillas murumuru crecen en los árboles de palma. En Providencia existe un puesto de recopilación avanzada de semillas que fue fundado hace 20 años en una de las partes más remotas de Brasil. Los recolectores allí venden las semillas a una cooperativa local. En una fábrica en la selva, la cooperativa los procesa en el aceite de palma, muy apreciado por compañías de belleza por su cualidad para fundirse en el cabello dañado para repararlo y hacerlo sedoso.

Durante quince años, las familias que viven en las orillas del río Juruá han mejorado sus ingresos con la venta de las semillas murumuru. Una familia como la de ellos puede ganar el equivalente de hasta 460 dólares al año para impulsar los ingresos que se obtienen de la recolección de otros productos. Las estadísticas oficiales muestran que el ingreso promedio per cápita es de aproximadamente 2.200 dólares estadounidenses (alrededor de 660 dólares al tipo de cambio actual) al año en Carauari.

Una gran oportunidad para los locales

El gigante belleza brasileña Natura, uno de los principales usuarios de las semillas murumuru, trabaja actualmente con unas 400 familias en la reserva de Médio Juruá, donde poco más de la mitad de la población sabe leer y escribir, según una investigación de Natura. La empresa ofrece capacitación y la inversión para el procesamiento de las semillas y otros productos que derivan del aceite a base de semillas como la andiroba y la ucuuba.

Los recolectores de las semillas las venden a una cooperativa local. En una fábrica en la selva, la cooperativa los procesa en el aceite de palma.

Sin grandes empresas "hay muchas cadenas de producción en la Amazonía que desaparecerían", explica Carlos Koury, director de la Conservación del Amazonas y del Instituto de Desarrollo Sustentable, una organización no gubernamental. Los recolectores de murumuru son parte de "una cadena de producción tradicional que estaría luchando por sobrevivir sin un poderoso aliado como Natura".

La región fue anteriormente una importante productora de caucho, pero ahora la industria se redujo y la gente tuvo que volver a dedicarse a la recolección de la yuca y la pesca. El apoyo que las empresas de cosméticos ofrece a las comunidades amazónicas les ayuda a obtener fuentes de ingresos adicionales a partir de los productos de la selva y contribuye en gran medida a fomentar la conservación de los bosques. Un tema que está muy candente en la actualidad.









Recomendamos