Desde el 1 de septiembre, la Unión Europea ha dado un paso importante en materia de seguridad cosmética al prohibir la comercialización de esmaltes de uñas semipermanentes que contengan óxido de trimetilbenzoildifenilfosfina (TPO) y dimetiltolilamina (DMPT). Según los informes técnicos, ambos compuestos presentan riesgos a largo plazo al ser considerados cancerígenos y tóxicos para la fertilidad.
El mercado de los esmaltes semipermanentes ha experimentado un gran crecimiento en los últimos años, consolidándose como uno de los servicios más demandados en salones de belleza y centros de estética. Sin embargo, esta popularidad había avanzado más rápido que el conocimiento sobre la seguridad de algunos de sus ingredientes. Con la nueva regulación, la UE pretende proteger a los consumidores y profesionales, al mismo tiempo que marca un punto de inflexión en la normativa cosmética.
Los fabricantes deberán adaptar sus fórmulas a las exigencias europeas, lo que también supone un reto para los salones, que deberán revisar el stock de productos y optar por marcas que cumplan con los nuevos estándares. Para el sector, esta medida no solo refuerza la confianza de los clientes, sino que también impulsa la profesionalización y la transparencia en la oferta de servicios de manicura.