"Pocos ven lo que somos, pero todos
ven lo que aparentamos".
Karl Marx, político, economista
y filósofo alemán (1818-1883).
En el mundo empresarial masculino, el hecho de tener arrugas no es un motivo de máxima preocupación estética. Sin embargo sí que lo es mostrar una imagen cansada o agotada.
Parece ser que en épocas de crisis aumenta la necesidad de mostrar una apariencia fresca, positiva y dinámica para hacer negocios. Por ello, la blefaroplastia, consistente en el rejuvenecimiento del rostro a través de los párpados, se ha convertido en una de las intervenciones más demandadas por ejecutivos y empresarios. Mediante esta intervención mínimamente invasiva se corrige el problema de las bolsas oculares de los párpados.
Otra de las intervenciones más demandas por los ejecutivos masculinos es la abdominoplastia o cirugía del abdomen, ya que se piensa que un hombre con barriga puede parecer menos competitivo y menos sano que otro ejecutivo que mantenga su abdomen plano.
Entre las ejecutivas, el paso de los años es el argumento más importante para proceder a una intervención quirúrgica. Entre las mujeres se considera que mantener un aspecto joven es la mejor tarjeta de presentación en el mundo de los negocios, y es por eso que el aumento de mamas para mantenerlas firmes y el estiramiento facial siguen siendo los tratamientos quirúrgicos más solicitados.
Con todo ello se constata que la máxima preocupación entre los ejecutivos no es ser más atractivo o estar más guapo, sino parecer lo más sano posible, lo que parece estar ligado a mayores responsabilidades y retos.
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