El plástico es la gran preocupación de los mares y la tierra. Y las perspectivas de futuro con respecto a su impacto son devastadoras.
En este orden de cosas, salta la noticia, 250 grandes empresas se unen para reciclar todo el plástico en 2025. Ocho de los 335 millones de toneladas producidas en 2017 acabaron en los mares. Los ecologistas exigen una "reducción drástica".

Las micropartículas, el enemigo invisible

La realidad es efectivamente, devastadora. Las micropartículas de los consumibles y productos que no reciclamos han formado islas flotantes en los océanos y se calcula que el 90% de las aves marinas tiene fragmentos de plástico en el estómago. Partículas que pueden estar pasando a las personas, según indica un estudio piloto que ha comprobado que las heces de personas de varios países (Reino Unido, Italia, Rusia o Japón) contenían partículas de una decena de plásticos. Se calcula que cada año acaban en los mares ocho millones de toneladas de plástico de todo el que se produce: el año pasado fueron 335 millones de toneladas.
Y aunque parezcan pasar desapercibidos, las micropartículas de plástico, independientemente de envases y envoltorios también están presentes en los cosméticos. Por ejemplo, en las cremas exfoliantes, en algunas pastas dentífricas y en jabones.

La nueva economía

En este contexto, 250 empresas (muchas de ellas multinacionales) que representan el 20% de la producción de embalajes plásticos del mundo se han comprometido a que en 2025 el 100% de estos plásticos sea reutilizable, reciclable o convertible en compost. El bautizado como New Plastics Economy Global Commitment (Compromiso Global por la Nueva Economía de los Plásticos) persigue crear una economía circular eliminando el uso innecesario de envoltorios y pasar de los productos de usar y tirar a un modelo en el que prime la reutilización.

Las micropartículas de los consumibles y productos que no reciclamos han formado islas flotantes en los océanos y se calcula que el 90% de las aves marinas tiene fragmentos de plástico en el estómago.

Entre las compañías firmantes del compromiso, presentado en la conferencia Our Ocean 2018 de Bali, se encuentran Danone, Coca-Cola, Carrefour, Inditex, Nestlé, H&M, L'Oréal, Unilever o grandes productores de embalajes y otros plásticos como Amcor o Novamon. La iniciativa está dirigida por la Fundación Ellen MacArthur en colaboración con la ONU y ha sido avalada por el Foro Económico Mundial y The Consumer Goods (una organización que representa a unos 400 minoristas y fabricantes de 70 países), junto a 40 universidades, instituciones y académicos.

Guerra al plástico

La Unión Europea también ha declarado la guerra al plástico. Después de poner en marcha una estrategia dirigida a las bolsas, trabaja ahora para prohibir otros objetos de un solo uso como pajitas, platos y cubiertos, bastoncillos de algodón y palitos para remover bebidas. Hace escasas fechas, el pleno de la Eurocámara votó a favor de hacer desaparecer del mercado estos artículos para 2021.
En España se encarga del reciclaje de envases domésticos (sin incluir los comerciales e industriales) Ecoembes. Los de metal son los más reciclados, con un 86,9%; seguidos de los de papel y cartón (81,1%); y, por último, de los de plástico (69,7%). También reciclan otros objetos como cubiertos, platos de plástico o pajitas. En conjunto estos residuos suponen el 8% de todos los sólidos urbanos que se producen en España.

Ocho millones de toneladas están en el mar

El mundo tira ocho millones de toneladas de plástico al mar cada año.
"Si se colocara toda esa basura a lo largo de las costas de la Tierra habría cinco bolsas de la compra llenas de plástico cada 30 centímetros", alerta un estudio de la Universidad de Georgia publicado en Science.
La masa de residuos crecerá cada año. En 2015 se lanzaron al mar más de nueve millones de toneladas y, en 2025, el doble, se calcula que en 2010. La base exponencial de esta contaminación crece no desacelera.

Hasta ahora, varios trabajos habían estimado cuánto plástico hay ya flotando en el mar, pero ninguno se había propuesto calcular cuánto llega desde tierra cada año. Un equipo de investigadores lo ha hecho en base a datos oficiales de producción de plásticos, renta de cada país y gestión de residuos. Su estudio se centra en las poblaciones costeras, las que viven a una distancia de hasta 50 kilómetros del mar y el trabajo ha englobado zonas en las que habitan unos 2.000 millones de personas.
Los autores consideran que el origen de los residuos que acaban en el mar está en todo ese plástico que se tira de mala forma (por ejemplo en vertederos a cielo abierto o como desperdicios en el suelo) y que escapa a los servicios de recogida de basuras. Una fracción, mayor o menor dependiendo de las condiciones en cada país, acabará en el mar.

Cosmética sostenible

La cosmética ecológica y bio se suma a esta corriente en contra del plástico y la contaminación de micropartículas y se refiere no solo el contenido del cosmético, si no también a dónde se envasa y cómo se presenta con el fin de que el residuo generado sea el menor, que no deje huella.
Pero, está claro, algunas formulaciones exigen por el momento su preservación y por tanto presentación en plástico. Por eso, la industria de la belleza reclama la investigación de nuevos materiales para envases cosméticos que sean biodegradables y no generen residuos. Aún estamos en el camino.
Dicho todo lo cual, no obstante, el reciclaje es nuestro futuro y salvación, la obligación de todos, los ciudadanos de cualquier clase y estamento para salvaguardar la tierra que pisamos y los océanos de los que estamos rodeados, claves de los ecosistemas.









Recomendamos