La cosmética es el nuevo mercado en el que se han fijado los productores de chufa para dar una nueva salida a un producto destinado principalmente a la producción de horchata.

El objetivo no es otro que desestacionalizar su venta, ya que actualmente se consume principalmente en verano como refresco. De ahí sus investigaciones para su uso en otros campos como pueden ser la repostería, la industria cervecera y, recientemente, la cosmética.

Para su uso en alimentación, los productores de chufa pretenden que sea un ingrediente más de la cocina, incorporándola en platos por sus propiedades digestivas saludables y su concentración de minerales, grasas insaturadas y proteínas. La harina de chufa ya se exporta a Alemania, Francia, República Checa y Holanda como complemento dietético por su alta cantidad de fibra.

Asimismo, al igual que la soja, se comercializa leche de chufa como sustituto de la leche de vaca, y también se pretende que sustituya a este ingrediente en repostería en productos como el arroz con horchata, flanes, dulces, licores, mermelada o patés.

En la industria cervecera ya existen empresas que comercializan cerveza elaborada con chufa. Por ejemplo, Terra i Xufa está expandiendo su mercado de cerveza de chufa con la comercialización en países como Alemania, República Checa o Bélgica.

Ahora, el siguiente paso es seducir al mercado cosmético. A partir del aceite de chufa, se utiliza como base en jabones, leche de baño o cremas hidratantes. La baza en que confían los productores de chufa para su éxito en los salones de belleza es que este tubérculo tiene altas propiedades antioxidantes, reafirmantes, nutritivas y regeneradoras, y un alto contenido de vitamina E. Estos productos ya se pueden encontrar en los canales especializados en cosmética ecológica.

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