Isséimi presenta Dermosun SPF 50, una crema de protección solar facial que combina el ozono con los factores de crecimiento. De esta manera previene el envejecimiento cutáneo al mismo tiempo que ofrece defensa de amplio espectro frente a la radiación UVA y UVB.
Es una crema de factor de protección 50 y textura ligera. Con acabado natural y de rápida absorción, resulta ideal para su uso debajo del maquillaje, así como producto hidratante y de cuidado diario. Su formulación previene activamente el envejecimiento fotoinducido, ya que combina el efecto regenerador del Factor de Crecimiento Epidérmico (EGF), que ayuda a mantener el nivel óptimo de hidratación de la piel y el aceite ozonizado con la Vitamina E (antioxidante).
Ingredientes
Filtros solares: UVA y UVB
» FCE: el Factor de Crecimiento Epidérmico es una proteína endógena del ser humano que tiene la capacidad de duplicar una sola vez a la célula, provocando una respuesta en forma de proliferación de queratinocitos y fibroblastos. Gracias a ella aumentan las sustancias de la matriz extracelular, como el ácido hialurónico, el colágeno y la elastina. Es por tanto un gran activo regenerador y antienvejecimiento.
» Factor Hidratante Natural: cóctel de ingredientes activos tales como aminoácidos, sacáridos y urea que reconstruyen el nivel de hidratación normal de la piel. Oxigena y aporta energía extra al rostro. Tiene la capacidad de nutrir la piel en todas sus capas. Su naturaleza hidrófila le permite retener humedad mejor que otras sustancias conocidas, lo cual es muy importante debido a la pérdida de agua en la dermis tras la exposición solar. Así evita la formación de arrugas por deshidratación.
» Aceite Ozonizado de Girasol:debido a la capacidad del ozono de captar radicales libres le aporta un gran poder antioxidante retrasando el envejecimiento.
» Vitamina E: extraída del germen de trigo. Con poder antioxidante cumple una doble función: permite aportar menor cantidad de conservante y sirve como coadyuvante en la prevención del envejecimiento.
Modo de empleo
Se debe aplicar una cantidad suficiente, de manera uniforme y evitando el contorno de los ojos, unos 30 minutos antes de la exposición solar. Hay que renovar la aplicación del protector con frecuencia, especialmente tras el baño, el secado con toalla o la transpiración excesiva. Aunque se esté usando, es conveniente evitar la exposición solar al mediodía o una exposición prolongada.