La empresa cosmética Helena Rubinstein cumple 110 años, y para celebrarlo la marca ha lanzado el producto Lash Queen Celebration, una nueva máscara de pestañas que potencia la intensidad de la mirada y que se presenta en un estuche dorado.

Helena Rubinstein fue una de las pioneras de la cosmética. Nació en Cracovia (Polonia) en 1872 en el seno de una familia numerosa judía de origen australiano. Con 20 años se fue a vivir a Australia con su tío, que poseía una granja de ovejas en un pequeño pueblo. Pese a la dureza del trabajo en el campo y el clima árido australiano, Helena mantenía una tez blanca y tersa que llamaba la atención a sus vecinas. Su secreto era una crema hidratante que se hacía traer de Polonia. Empezó a vender estas cremas, y cuando vio el éxito de sus ventas, decidió ella misma crear una propia.

Apoyada por un boticario local, Helena empieza a crear fórmulas, pociones y ungüentos. Gracias a la granja de su tío, empieza a experimentar con lanolina, una cera natural producida por las glándulas sebáceas de las ovejas y que tiene propiedades hidratantes y emolientes. Para disimular el olor acre de este producto, Rubinstein lo mezclaba con lavanda, corteza de pino y nenúfares.

Su primer producto, creado en 1902, fue una crema hidratante que bautizó como Valaze. Este producto tuvo una gran aceptación en su pueblo, pero cuando la prensa australiana informó de su crema, el éxito empezó a desbordarla. Helena decide entonces abrir un centro de belleza en Melbourne, llamado también Valaze, y poco tiempo después abre otro centro en Sydney. El éxito es tal que cinco años más tarde se muda a Londres y abre un Salon de Beauté Valaze en la capital británica. A partir de ese momento, Helena se dedica a viajar por Europa para ampliar sus conocimientos sobre estética.

Con 30 años ya es una rica empresaria con varios centros de belleza en Europa. Se establece en París en 1912, donde se convierte en coleccionista de arte, su otra gran pasión además de la estética. Al inicio de la I Guerra Mundial se traslada a Estados Unidos, abriendo en 1915 un salón en Nueva York, que poco tiempo después se convertiría en una cadena por todo el país. En aquel entonces su firma de cosméticos ya competía con empresas de la talla de Elisabeth Arden o Charles Revson.

En 1928 Helena vendió la empresa a Lehman Brothers por 7,3 millones de dólares y la volvió a comprar tras la Gran Depresión por menos de 1 millón. A partir de entonces, sin olvidarse nunca de sus negocios, se dedicó a fundar asociaciones y fundaciones con fines filantrópicos y artísticos. Rubinstein murió el 1 de abril de 1965 en Queens.

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