Algunos, disfrutan de terraza, jardín o campo alrededor, pero la gran mayoría, ante la enfermedad, pandemia de la Covid-19, solo entrevén algún pobre rayo de sol entre las ventanas.

No hace falta insistir en la importancia de la Vitamina D (fortalece nuestros huesos, el sistema inmunológico, incide incluso en el funcionamiento cardiovascular…). Y es, en estos días de aislamiento y de baja oposición solar, cuando surge la pregunta: ¿Cómo afecta la ausencia de los rayos del sol a la piel y cómo paliarlo?

¿Cómo obtener la vitamina D?

El sol es la principal fuente de Vitamina D (aporta el 90% de la que se necesita) pero, evidentemente, el aislamiento lo convierte en muchos casos en algo arduamente complicado. El resto se obtiene a través de los alimentos (como el salmón, atún, sardina...), pescados grasos en definitiva, y en mariscos, quesos, huevos y lácteos. La última manera de obtenerla es mediante suplementos.

Mejorar el aspecto de la piel sin tomar el sol

Es evidente que el aspecto de una piel sin los beneficios de los rayos solares es menos saludable, que el rostro que los recibe (eso sí, sabiamente, con protección, a las horas adecuadas y siempre haciéndolo de manera responsable). Para paliar ese aspecto entristecido, 'mustio', al que le falta vitalidad, nada mejor que tener algunos productos a mano y rutinas que ayudan a paliarlo.

Activar la microcirculación. Para combatir la falta de luminosidad e incrementar la renovación celular, (responsables de ese aspecto apagado), necesitamos estimular la microcirculación. ¿Cómo conseguimos activarla? Mediante masajes manuales (similares a nuestro Kobido en cabina) pero que también podemos realizar en casa, utilizando dispositivos o gadget manuales como los rodillos de jade.

El sol es la principal fuente de Vitamina D (aporta el 90% de la que se necesita) pero, evidentemente, el aislamiento lo convierte en muchos casos en algo arduamente complicado.

Aconsejado detenerse especialmente en la zona de los pómulos. Unos sencillos ejercicios conseguirán estimular la zona de las mejillas y potenciar su aspecto saludable. Hay que mantener la boca abierta frente al espejo, tensar el labio superior y con los dedos índices bajo las mejillas, presionar hacia arriba sin dejar de sonreír. Además de estimular la microciculación y mejorar su aspecto, se conseguirá recuperar su posición original.

Potenciar la luminosidad hidratando, y tratando la piel posteriormente con una mascarilla que recargue la piel. Lo ideal, una crema que provoque la renovación celular y te aporte un aspecto luminoso y descansado. Así es la Truffle Firming Cream, que además de la exclusiva trufa blanca, contiene Sacha Ichi, una planta del Amazonas rica en antioxidantes, aminoácidos y Omega 3, 6 y 9.

Mascarillas, las mejores amigas. Las que contienen ácido hialurónico y hamamelis además de reparar, calman y dan sensación de confort. Mejor si se aplican en frío. También hidratan y aportan luminosidad las que contienen células madres vegetales ya que nos ayudan a sintetizar el colágeno dañado por la exposición solar y la manteca de karité por ser un regenerador que nutre e hidrata.









Recomendamos