Mucho se habla de la necesaria y obligada fotoprotección. Y muchos y muchas son también los que exageran la exposición solar a la búsqueda del codiciado y cada vez más notorio moreno.

Sin embargo, existe otra vertiente de cómo se percibe la obsesión por el sol, esta vez en su detrimento y escapando al máximo de la más mínima exposición. Se trata de la tanofobia, o lo que es lo mismo, el miedo irracional al sol. "Evitando cualquier tipo de exposición a él y pensando que esto podrá librar al sujeto que la sufre de múltiples enfermedades, como el cáncer de piel, las cataratas o el envejecimiento prematuro". Lo dice GrupoLaberinto, el último concepto en psicoterapia, que analiza muchas de nuestras percepciones frente a la salud y la belleza, y que hoy trae hasta nosotros 6 más que interesantes datos sobre esta patología, la tanofobia, que es más común de lo que podamos creer.

Tanofobia, un miedo irracional al sol

1) La tanofobia es el miedo irracional al sol, a broncearse, por lo que la persona que la padece evitará por todos los medios cualquier tipo de exposición solar. Y, de hacerlo, se cuidará al máximo: una protección lo más alta posible en la crema, ropa que la proteja, gafas de sol, paraguas, sombreros, etc.

2) La no exposición solar también puede llegar a causar enfermedades. Es importante tener en cuenta que la falta de vitamina D en el organismo se asocia a osteopenia (menor densidad mineral ósea), lo cual provoca que los huesos estén más débiles. Por otro lado, ciertos tipos de cáncer, como el de colon, próstata o mama, están muy relacionados con la falta de vitamina D.

La tanofobia es el miedo irracional al sol, a broncearse, por lo que la persona que la padece evitará por todos los medios cualquier tipo de exposición solar.

3) La tanofobia puede tener importantes repercusiones en la vida afectiva y social de los que la sufren, ya que en las épocas con más horas de luz, éstos se ven obligados a recluirse en casa, por ello necesitarán un tratamiento psicológico para conseguir una recuperación completa.

4) Padecer tanofobia puede causar síntomas típicos de cuadros de ansiedad, como el dolor de cabeza, la sudoración, la sequedad bucal, etc., cuando los afectados saben que tienen que salir a la calle a plena luz del día.

5) La enfermedad contraria a la tanofobia es la tanorexia: la obsesión por el moreno. Los riesgos de la tanorexia son muy dañinos en cuanto a cómo afectan a la piel, ya que pueden producir envejecimiento prematuro, arrugas, melanoma, manchas, etc.

6) La tanofobia nunca debe confundirse con la fotofobia. Esta última responde a la intolerancia a la luz debido a la molestia que puede producir en los ojos y se trata de una patología más común de lo que muchos creen y que afecta, principalmente, a personas con los ojos claros, con enfermedades de la vista, etc.









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