Se le conocía, de forma popular, como el "barón del bótox". El doctor Brandt, responsable de rediseñar el rostro de numerosas celebrities, murió el pasado día 5 de abril en su casa de Miami. Según fuentes policiales se podía haber tratado de un suicido. Brandt, uno de los dermatólogos más innovadores en el cuidado de la piel, estaba molesto con las comparaciones entre él y el protagonista del show Unbreakable Kimmy Schmidt, de Tina Fey.

El doctor Brandt se licenció como médico en la universidad de Drexel (Estados Unidos). Posteriormente, fue residente en la universidad de Nueva York y en el Centro de Tratamiento e Investigación del Cáncer Memorial Sloan-Kettering Cancer Center. Durante su estancia, Brandt exploró distintas especialidades médicas como la oncología, la nefrología, la hematología y la cardiología, pero siempre se decantó por la estética. Fue durante su residencia en el Centro de Cáncer Memorial Sloan Kettering, cuando se centró en la investigación y tratamiento de la leucemia. Así fue como Brandt comenzó a comprender los beneficios cruciales de los antioxidantes para la salud y vitalidad del cuerpo humano. Al trabajar con té verde, vitaminas A y C y una serie de ingredientes vegetales, aprendió a combinar naturaleza y ciencia de vanguardia con el objetivo de luchar contra la destrucción de las células del cuerpo. Avanzado a su época, el doctor Brandt decidió aplicar estos conocimientos a la salud de la piel, completando su investigación de dermatología en la universidad de Miami.

Uno de los pesos pesados de la industria de la belleza

En el año 1989, el doctor Brandt abrió su propia clínica dermatológica privada en Miami. Rápidamente, fue reconocido por sus habilidades estéticas y se convirtió en uno de los dermatólogos cosméticos líderes en Estados Unidos. La revista W Magazine lo había definido como el "barón del bótox". Numerosos grupos farmacéuticos y médicos de renombre acudieron a él y su equipo del Instituto de Investigación para ayudarles a llevar a cabo investigaciones que cambiarían los códigos del cuidado de la piel. También realizó colaboraciones con varios fabricantes líderes en el mercado de los inyectables para llevar a cabo ensayos clínicos y aprobar la tecnología de última generación con la Food and Drug Administration (FDA). Los consumidores y sus compañeros dermatólogos consideraban al doctor Brandt como uno de los pioneros de mayor influencia e impacto en el campo de la dermatología cosmética.

Al trabajar con té verde, vitaminas A y C y una serie de ingredientes vegetales, el Dr. Brandt aprendió a combinar naturaleza y ciencia de vanguardia con el objetivo de luchar contra la destrucción de las células del cuerpo.

A medida que el doctor Brandt ganaba reconocimiento por su capacidad de transformar la piel de las personas más famosas del mundo, su lista de pacientes crecía de manera exponencial en todo el planeta. Para recibir a esa clientela en expansión, inauguró una segunda clínica en Nueva York, en el año 1998. Tres años después, el médicó lanzó su firma epónima Dr. Brandt Skin Care, proporcionando sus conocimientos y experiencia a los consumidores. Asimismo, Brandt escribió dos libros sobre el cuidado de la piel: 10 Minutes 10 Years: Your Definitive Guide to a Beautiful and Youthful Appearence y Age-Less: The Definitive Guide to Botox, Lasers, Peels and Other Solutions for Flawless Skin. También fue el anfitrión del programa de radio Ask Dr. Brandt, en la emisora SiriusXM, durante cuatro años. Un programa al que se sumaron, como invitadas y amigas, famosas como Gwyneth Paltrow, Kelly Ripa y Linda Wells.

Numerosos grupos farmacéuticos y médicos de renombre acudieron a él y su equipo del Instituto de Investigación para ayudarles a llevar a cabo investigaciones que cambiarían los códigos del cuidado de la piel.

La pasión del doctor Brandt por alcanzar la perfección estética se plasmó también en su vida personal. Era un gran coleccionista de arte y tenía muchas obras de reconocidos artistas como Damien Hirst, Richard Prince o Anish Kapoor. Para Jean Godfrey June, editora de la revista estadounidense Lucky, el doctor Brandt "era un hombre brillante, en la cima de una de las profesiones más difíciles y competitivas. Logró transformar una ciencia bruta en algo tan refinado, sutil y hermoso que ha transformado literalmente miles de vidas". "El doctor Brandt -continúa- era un filántropo excepcionalmente generoso y para cualquier persona que lo conocía, una de las personas más agradables con uno de los corazones más grandes del mundo". Por su parte, Sarah Brown, editora de Vogue USA, confirma: "Además de ser un pionero en el campo de la dermatología cosmética, el doctor Brandt era el hombre más amable y generoso que pueda existir. Se preocupaba sinceramente de sus pacientes. No solo de su apariencia, sino también de sus sentimientos. Entendió el poderoso papel que su trabajo podía desempeñar en la mejora de la autoconfianza". El doctor Brandt era una de las figuras más importantes de la industria de la belleza, además de un ser humano generoso y cariñoso.









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