Al otro lado del Atlántico, la agencia federal del medicamento (FDA) ha hecho sonar la alarma respecto al microneedling con radiofrecuencia. Se han notificado casos de quemaduras, cicatrices, pérdida de grasa y lesiones nerviosas tras estos procedimientos estéticos.
El pasado 15 de octubre, la Food and Drug Administration (FDA), la autoridad federal estadounidense encargada de la seguridad de los medicamentos y dispositivos médicos —equivalente a la ANSM en Francia— comunicó la aparición de complicaciones graves relacionadas con el microneedling por radiofrecuencia, que van desde quemaduras y cicatrices hasta pérdida de grasa, e incluso desfiguraciones o daños nerviosos. Algunos casos han requerido intervención médica o quirúrgica para tratar las lesiones, añade la agencia.
La agencia precisa que los incidentes reportados se refieren a procedimientos dermatológicos o estéticos destinados a mejorar la apariencia de la piel, como el tratamiento de arrugas, el 'resurfacing', la reafirmación o el rejuvenecimiento.Como recordatorio, estos dispositivos utilizan pequeños electrodos o microagujas que generan una zona de calor intenso con el fin de provocar una modificación de los tejidos a profundidades específicas. La agencia precisa que los incidentes reportados se refieren a procedimientos dermatológicos o estéticos destinados a mejorar la apariencia de la piel, como el tratamiento de arrugas, el resurfacing, la reafirmación o el rejuvenecimiento.
Una práctica estrictamente regulada en Francia
En el plano regulatorio, estos aparatos están clasificados como dispositivos médicos de clase II en Estados Unidos. “El microneedling por radiofrecuencia es un acto médico, no un tratamiento cosmético”, subraya la FDA en su comunicado. En Francia, la práctica del microneedling, incluso sin radiofrecuencia, está estrictamente regulada.
Está prohibida para las esteticistas, salvo cuando se realiza en el contexto de un tatuaje, única excepción prevista por la normativa. Una precisión que enlaza directamente con la advertencia de la FDA: en cuanto hay penetración de la piel, aunque sea mínima, ya no se trata de cosmética, sino de un acto médico.