El sector de la piscina y el wellnes en España avanza sin perder fuelle. Las empresas de esta industria han incrementado su cifra de negocio un 5,2% en 2022, de acuerdo con los datos que ha revelado el Barómetro sectorial que elabora la Asociación Española de Profesionales del Sector Piscina (Asofap), y ha comunicado Fira de Barcelona.

la construcción de nuevas piscinas ha contribuido en un 37% a este crecimiento, por un 35,8% del mantenimiento y un 27% de la rehabilitación del parque de piscinas existente.

De cara al próximo 2023, esta industria prevé seguir al alza, presenta mejores perspectivas y espera crecer por encima de la media económica española. De hecho, se aprecia una vuelta a los niveles de crecimiento prepandemia, permitiendo recuperar así las dinámicas sectoriales, que se vieron profundamente alteradas por la extraordinaria demanda de piscinas que hubo durante el coronavirus.

Asimismo, la industria española de la piscina se ha visto impulsada por el boom de la nueva construcción de piscinas de uso familiar que tuvo lugar en ese mismo periodo. En concreto, la construcción de nuevas piscinas ha contribuido en un 37% a este crecimiento, por un 35,8% del mantenimiento y un 27% de la rehabilitación del parque de piscinas existente. Entre los equipos más solicitados por el cliente destacan los de electrolisis salina, seguidos por los robots limpiafondos, cubiertas, iluminación LED y sistemas de dosificación y control.

Futuro inflacionista

Pese a ello, los profesionales del sector manifiestan menos confianza en el futuro que hace un año. Sus principales inquietudes se deben a la situación global de la economía, el aumento de los precios y la precaria disponibilidad de los materiales, así como la falta de personal cualificado. Por ello las principales tendencias de la demanda apuntan a una mayor preocupación por la sostenibilidad en toda la cadena de valor, sobre todo en lo relativo a la eficiencia energética.

El director general de Asofap, Agustí Ferrer, ha señalado que el crecimiento empresarial se ha producido con ratios positivas de rentabilidad de las empresas, "lo que demuestra que éstas han sabido gestionar adecuadamente el crecimiento en un entorno inflacionario y con problemas en las cadenas de suministro".









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