Olivier Schutter, relator especial de Naciones Unidas para la Alimentación, insta a los órganos de gobierno a regular los temas de alimentación igual que se han regulado los riesgos del tabaco, puesto que la problemática de la mala alimentación se ha convertido en la principal preocupación mundial.

Según los últimos informes de la OMS (Organización Mundial de la Salud), actualmente aún quedan 800 millones de personas en todo el mundo que sufren el problema del hambre; sin embargo, son ya 1.400 millones de personas las que sufren sobrepeso a nivel global, siendo esto la causa de 3,4 millones de muertes al año. Así, el 65% de la población mundial vive ya en países donde hay más muertos por comer de más que por comer de menos.

Las malas dietas con exceso de grasas se relacionan con múltiples problemas de salud, como enfermedades cardiovasculares, diabetes, osteoartritis y algunos cánceres. De hecho, se considera que la obesidad es la causa del 23% de las enfermedades cardiovasculares, así como del 44% de casos de diabetes, osteoartritis y tumores de mama, endometrio y colon.

Por esta razón, Schutter insiste en sus propuestas para regular estos malos hábitos, por ejemplo aumentando los impuestos sobre los alimentos menos saludables, regulando aquellos con alto contenido en grasas saturadas y azúcares, o limitando la publicidad de la comida "basura", entre otros. Sin embargo, no existe unanimidad sobre estas medidas en la organización, y son muchos los países aún reticentes a ellas.

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