El jamu es una costumbre muy arraigada en Indonesia, archipiélago compuesto de 17.000 islas. Se trata de un zumo, a base de cúrcuma, limón, endulzante natural (estevia, melaza de caña, azúcar de coco, etc.), sal y agua, al que muchos indonesios consideran un elixir de vida.

El arraigo de esta bebida es tal que existe una figura, la jamu genong, conocida también como la vendedora de jamu. Este personaje, familiar en ciudades indonesias, suele transportar una cesta de botellas frías, puerta a puerta. En las antiguas Indias Holandesas gestionar belleza y salud es un verdadero trabajo, sobre todo para las mujeres. Algo que las remonta a su infancia: el cabello y la piel requieren una atención especial.

Mayor vitalidad y resistencia

Este peculiar zumo, a base de hierbas y raíces, tiene cuatro funciones principales: sanar, prevenir, evitar migrañas y dolores y corregir el pésimo funcionamiento del organismo. Tanto en medicina china como ayurvédica, los indonesios consideran que la belleza exterior no se puede separar del buen funcionamiento de todos los órganos. A tenor de todo esto, parece que el jamu aporta los elementos necesarios para equilibrar el cuerpo. Las mujeres valoran sus beneficios para conservar su belleza; los hombre lo suelen tomar para mantener la vitalidad y la resistencia, sobre todo a la hora de tener relaciones sexuales.

En las antiguas Indias Holandesas gestionar belleza y salud es un verdadero trabajo, sobre todo para las mujeres. Algo que las remonta a su infancia: el cabello y la piel requieren una atención especial.

Como ya hemos comentado, el principal ingrediente del jamu es la cúrcuma, de la familia del jengibre. Conocida también como la diosa dorada o azafrán de la India, la cúrcuma destaca por sus supuestas propiedades antisépticas, antitumorales, antioxidantes, anticancerígenas, antiartritis, antiinflamatorias. La curcumina, principio activo y colorante natural procedente de la cúrcuma, aspira a convertirse en una medicina natural que evita numerosas dolencias.

Un consumo mayoritario en Indonesia

Cerca del 80% de la población indonesia consume, a diario, esta especie de poción mágica, prácticamente desconocida fuera del país. Y eso, a pesar del sabor amargo original, que recuerda al curry, de la cúrcuma. Por eso, los indonesios acompañan la cúrcuma con endulzantes naturales, tamarindo, lima, azúcar de palma o estevia para hacer más agradable su consumo. También se puede añadir canela, cardamomo, comino, jengibre o zumo de naranja. De esta manera se le añaden matices más o menos frescos u exóticos. Dado que esta bebida se consume desde hace un millar de años, cada familia elabora su propia receta que ingiere cada día, para así alejar posibles males físicos.









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