El verano es, obviamente, la época donde tenemos mayor exposición al sol. El hecho de que la playa sea el destino de vacaciones elegido por la mayoría de los españoles, hace que debamos extremar los cuidados de nuestra piel y mantenerla hidratada. Sin embargo, nuestros hábitos y comportamientos no son siempre los más adecuados para protegernos la piel, según se desprende de un estudio de la Asociación Española Contra el Cáncer.

Cuando llega la época estival, diversas entidades y organismos nos inundan con precauciones frente al sol que todos deberíamos cumplir obligatoriamente para evitar, entre otros muchos riesgos, que aparezcan cánceres de piel como el melanoma. El melanoma es el tipo más serio de cáncer de piel. Uno de sus factores de riesgo es la radiación ultravioleta por exposición inadecuada al sol o de otras fuentes artificiales.
Según datos de Eurocare 2008, la incidencia anual del melanoma en España es de 3.602 personas al año (2.022 mujeres y 1.575 hombres), de las que fallecen 834 (379 mujeres y 455 hombres). A pesar de estos datos, el melanoma se puede curar si se diagnostica y se trata con anticipación, aunque como siempre se dice, el mejor remedio para evitar el melanoma es la prevención.

La Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), en su lucha diaria contra esta enfermedad, acaba de publicar un estudio sobre Comportamientos de protección solar y percepción de riesgo de cáncer en la población española, en el cual han participado más de un millar de personas. La playa es el lugar elegido como destino de vacaciones por la mayoría de los encuestados (50,2%). A pesar de todas las recomendaciones para evitarlo, el 42,6% mantiene el intervalo de 12.00 a 16.00 h como las horas en las que la exposición al sol es mayor.

Las cremas solares son la principal protección utilizada (82%). El 31% de los entrevistados utilizan una crema solar con FPS 25 o menor, el 59% usa FPS de 30 a 50, y el 8% de protección total. El motivo para elegir un Factor de Protección Solar u otro es por “considerar que es adecuado para mi”. Sólo un 13% eligió un FPS por indicación médica o farmacéutica.

El 50% de los jóvenes entre 16 y 24 años reconocen estar expuestos al sol en las horas centrales del día, y no dan importancia a los diferentes tipos de protección. Un 38% de ellos reconoce que se queman al menos una vez durante los meses estivales.
El 76% de los padres consideran necesario el uso de protectores solares siempre y no solo cuando el sol más calienta. Sin embargo, sólo lo hacen cuando los niños tienen menos de 10 años. A medida que éstos crecen, el 35% de los padres tienden a descuidar estos hábitos.

Fuera del ámbito de la playa, sólo el 32% de los padres de niños menores de 15 años perciben que sus hijos están bastante expuestos al sol en el patio del colegio y, a pesar de ello, el 36% de ellos no les proporcionan ningún tipo de protección solar.
Con todo, más del 79% de los encuestados consideran altos o muy altos los riesgos o consecuencia en la salud de su piel una exposición prolongada al sol sin la protección adecuada, y el 98% sabe que el sol provoca cáncer de piel. Sin embargo, el 83% de los hombres y el 87% de las mujeres creen que por sus hábitos de exposición al sol, el riesgo de desarrollar un cáncer es bajo.

De los profesionales que trabajan expuestos al sol durante los meses de verano, el 50,3% usan crema protectora solar en la cara como principal medida de protección. Le siguen las gafas de sol y los sombreros. Sólo el 40% se aplica crema solar corporal.

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